Xalapa, Veracruz, México, a viernes 22 de noviembre de 2024

Videojuegos para salvarnos del cambio climático

Videojuegos para salvarnos del cambio climático

Agencia de Noticias RTV (ONU), 5 de junio de 2022

Desde video juegos con mensajes ecológicos y oportunidades para plantar árboles en la vida real en clásicos como Pac-Man y Angry Birds, la industria de los juegos trabaja con las Naciones Unidas para atraer audiencias como nunca antes e inspirar una nueva ola de comportamientos  en favor del clima.

En algún momento antes de la pandemia de COVID-19, Cassie Flynn se dirigía al trabajo en el metro de la ciudad de Nueva York repleto en hora pico. Como asesora estratégica sobre cambio climático para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a menudo usaba la monotonía del viaje para pensar en cómo involucrar a la gente común en la lucha climática, y esa mañana, notó que todos a su alrededor estaban ocupados con sus teléfonos, no solo mirándolos o desplazándose, sino haciendo alguna cosa.

“Fui un poco descarada, y comencé a mirar lo que la gente estaba haciendo. Miré por encima del hombro de una mujer y vi que estaba jugando Angry Birds, y luego miré y vi a un joven jugando Candy Crush. Todas estas personas estaban jugando en sus teléfonos”, recordó mientras hablaba con ONU Noticias.

Se encendió una bombilla y Flynn pensó: «¿Qué pasaría si pudiéramos conectar con la gente por ahí?»

“¿Sabes cómo en algunos juegos tienen estos anuncios de 30 segundos que aparecen? ¿Y si pudiéramos usar eso? En lugar de ser un anuncio de otro juego o algo más, ¿qué pasaría si aquí pudiéramos hablar con la gente sobre el cambio climático?

Y eso es exactamente lo que ella y su equipo dentro de la agencia de la ONU decidieron hacer.

El juego para móviles Mission 1.5 del PNUD y sus socios permite a los usuarios votar sobre las soluciones y acciones climáticas que desean que se lleven a cabo.PNUDEl juego para móviles Mission 1.5 del PNUD y sus socios permite a los usuarios votar sobre las soluciones y acciones climáticas que desean que se lleven a cabo.

Influir en la política global a través de un videojuego

El trascendental viaje en metro de Flynn dio origen al videojuego Misión 1.5, el cual permite a las personas aprender sobre la crisis climática y, al mismo tiempo, comunicarse con los gobiernos sobre las soluciones que podrían implementarse para abordarla, todo mientras exploran universos virtuales.

“Existen más personas que juegan videojuegos en sus teléfonos que el total de personas combinadas que escuchan música o ven videos. La cantidad de personas que juegan videojuegos es interminable”, comenta la experta.

Gracias al esfuerzo interinstitucional y a la asociación con una empresa de juegos, el juego se puso en marcha a principios de 2020. El juego desafía a los usuarios a tomar decisiones correctas para poder limitar el calentamiento global a 1,5 grados celsius

“Hasta hoy tenemos un rápido avance, alrededor de seis millones de personas en 58 países han jugado hasta ahora. Del total de personas que lo juegan el 50% de personas lo han completado. Esto significa que cuando la gente lo empieza, realmente lo juega, lo cual es algo que nos emociona mucho”, agrega Flynn.

El videojuego va más allá de educar a los usuarios sobre soluciones climáticas en 17 idiomas; el juego les pide que emitan un voto sobre qué estrategias, en su opinión, serían más exitosas para enfrentar la crisis.

Estas respuestas se han convertido en la fuente de lo que ahora se conoce como el “Voto climático de la gente”, la mayor encuesta de opinión pública sobre el cambio climático jamás realizada.

“Tomamos información de alrededor de 50 países y pudimos usar las muestras para cubrir más de la mitad de la población mundial y saber sobre sus ideas sobre cómo se debería resolver la crisis climática”, explica Flynn.

Esa información ahora ha sido compartida a parlamentarios de todo el mundo durante reuniones internacionales importantes, como la reciente cumbre del G20 y la última Conferencia Climática de la ONU COP 26.  Los resultados incluso se incluyeron en la última serie de informes emitidos por El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), informes que son muy influyentes para las negociaciones intergubernamentales.

Llegar a nuevas poblaciones: La Alianza Jugando por el Planeta

Si pensamos en el alcance de la industria de los videojuegos de hoy, el éxito del juego Misión 1.5 es solo la punta del iceberg. El alcance de los videojuegos se extiende más allá de nuestros teléfonos inteligentes a las pantallas de al menos tres mil millones de personas en el mundo, o una de cada tres personas en el planeta.

“La industria de los videojuegos es probablemente el medio más poderoso del mundo en términos de atención, alcance y compromiso”, dice Sam Barratt, jefe del programa de medio ambiente para la ONU.

Barratt es el cofundador del primer grupo de organizaciones privadas del sector de los videojuegos que se ha comprometido a ayudar a proteger a las personas y el planeta, con el apoyo de las Naciones Unidas.

Lanzado durante la Cumbre de la ONU sobre la Acción Climática del 2019, Jugando por el Planeta ha sido noticia en los últimos años por incluir compromisos de algunos de los nombres más importantes de la industria del juego, como Microsoft, Sony y Ubisoft, así como docenas de otros estudios de videojuegos conocidos.

Barrat se inspiró al ver a su hijo pasar tiempo explorando, jugando y socializando en estas plataformas, y viendo cómo los juegos crean incentivos para mantener a los jugadores comprometidos o enganchados con estos.

“Es una industria que realmente no me había detenido a pensar sobre la diferencia que podría hacer”, explicó a ONU Noticias.

Menos huella de carbono, más acción

La alianza tiene como objetivo trabajar con estas empresas en dos frentes: Primero, reduciendo la huella de carbono de sus industrias; y segundo, aprovechando el poder de sus plataformas para incluir mensajes sobre pasos que se podrían tomar relacionados con la acción climática.

“Hemos construido una comunidad realmente fuerte en esta agenda. Hemos duplicado nuestro tamaño. Por ahora, tenemos al menos más de 40 estudios, y se incorporarán otros más. La forma en que veo nuestro papel como Organización de las Naciones Unidas es que estamos facilitando el liderazgo, estamos aquí para ayudar a la industria (…) Pero al final, es una iniciativa voluntaria en la que ellos determinan el tipo de liderazgo que quieran mostrar”, explica Barrat.

Jugando por el planeta también organiza una “Mermelada de juego verde”, esto es una oportunidad para que los estudios de videojuegos se vuelvan más creativos e integren acciones en pro del cuidado al medio ambiente dentro de sus juegos populares o creen otros nuevos.

Esto significa incluir características y mensajes con temas ambientales, educar a los usuarios e invitarlos a donar o participar en campañas de conservación y restauración de la ONU.

No todo es diversión y juegos

En los últimos dos años ya ha habido una serie de iniciativas y juegos geniales que han marcado la diferencia fuera de las pantallas.

Por ejemplo, dentro de diferentes actividades en los juegos durante las sesiones Jam se ha contribuido a la plantación de más de 266.000 árboles, y es probable que esta cifra aumente.

Otro ejemplo notable es el popular videojuego Alba: A Wildlife Adventure del estudio inglés Ustwo, miembro de la Alianza contra el cambio climático.

El juego muestra a una niña protagonista que intenta evitar la construcción de un complejo hotelero en una hermosa isla del Mediterráneo. Enseña la importancia de la conservación y la restauración a los usuarios de PlayStation, Xbox, Nintendo Switch, PC e iOS, y dedica parte de las ganancias de cada descarga a apoyar la plantación de árboles como estrategia para reducir los gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Alba ha llevado hasta ahora a la plantación de un millón de árboles y la restauración de tres hábitats, y esta cifra seguirá creciendo.

Durante la última JamONU Medio Ambiente invitó a los estudios participantes a apoyar campañas como la petición Play4Forets, campaña para exigir la acción de los líderes mundiales en la protección de los bosques; así como algunas otras como Glowing Glowing Gone, campaña  para acelerar la protección de los océanos y la acción climática.

Estudios con un alcance combinado de mil millones de jugadores participaron en el Jam 2021 y pudieron involucrar a 130 millones de jugadores en todo el mundo con unas 60.000 firmas para las campañas de la ONU y $800.000 dólares en donaciones a diferentes organizaciones benéficas que trabajan con causas ambientales.

Y por supuesto, también fue divertido. Solo por dar algunos ejemplos:

En PAC-MAN, los jugadores pudieron jugar un “Modo Aventura” que tenía una  temática forestal con seis etapas, un álbum lleno de coleccionables y una máscara [una descarga que cambia la apariencia de los personajes en el juego] como recompensa por completar el evento.

En Minecraft, un juego de computadora en 3D donde los jugadores pueden construir cualquier cosa, agregó un plan de adicional sobre “Reciclaje radical” a los mapas de los jugadores y, de esa forma, pudo hacer una donación de $100.000 a The Nature Conservancy.

En Pokémon, se creó un elemento de avatar único en su tipo para brindar a los jugadores una nueva forma de expresar su apoyo a los esfuerzos de sostenibilidad.

En Angry Birdslos fanáticos pudieron recolectar un conjunto especial de sombreros de marinero por participar en una aventura marina, y la campaña llegó a más de 280.000 personas.

Mientras tanto, para Anno 1800un videojuego de estrategia en tiempo real de construcción de ciudades, los jugadores de PC suelen hacer crecer los asentamientos y crear cadenas de producción masivas en un mundo con recursos infinitos. Esta vez, aprendieron cómo, en el mundo real, sus decisiones afectan el medio ambiente y podrían terminar destruyéndose.

Los jugadores comienzan en una isla virgen con una población pequeña y deben crear una ciudad sostenible. Si no tienen en cuenta las desventajas del crecimiento de la población y encuentran medidas para contrarrestarlas, el ecosistema de la isla y la ciudad finalmente colapsará.

Por ejemplo, la construcción de monocultivos agota la fertilidad de las islas, la pesca excesiva destruye los suministros de alimentos para las generaciones futuras y la deforestación conduce a islas desiertas.

Esta última iniciativa de juego ganó el premio Jam del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente 2021.