Xalapa, Veracruz, México, a domingo 29 de diciembre de 2024

Un tercio de pacientes recuperados de coronavirus pueden sufrir ansiedad o depresión

Un tercio de pacientes recuperados de coronavirus pueden sufrir ansiedad o depresión

Agencia de Noticias RTV (ONU), 19 de agosto de 2020

Naciones Unidas.- La Organización Panamericana de la Salud (OPS)  urgió considerar el apoyo a la salud mental como un componente crítico de la respuesta a la pandemia.

La emergencia del coronavirus ha generado altas dosis de estrés en toda la población y, aunque todos las sufrimos, las manejamos de manera diferente, especialmente aquellos afectados por trastornos mental preexistentes, explicó la directora de la OPS.

“La pandemia de COVID-19 ha causado una crisis de salud mental en nuestra región de una magnitud nunca vista… urge que el apoyo a la salud mental se considere un factor esencial de la respuesta a la pandemia”, afirmó Carissa Etienne durante su encuentro semanal con los medios de comunicación para informar sobre el estado de COVID-19 en el continente americano.

Etienne calificó a las enfermedades mentales como una “epidemia silenciosa” que ya afectaba a América mucho antes de la aparición de COVID-19, con la depresión y la ansiedad como dos de las principales causas de discapacidad en la región, junto a los altos niveles de consumo de alcohol.

Añadió que los estudios en los tres países más países más afectados por el coronavirus- Brasil, Estados Unidos y México-indican que más de la mitad de los adultos sufren niveles de estrés asociados a la pandemia y que los primeros datos muestran que muchos lo sobrellevan consumiendo drogas y alcohol, creando un círculo vicioso que hace que las personas sean más dependientes del uso de esas sustancias y que aumenta los problemas de salud mental.

“Los pacientes que han dado positivo a COVID-19 no sólo sufren síntomas físicos, sino que muchos también experimentan insomnio, dificultad para dormir, desvarío o incluso depresión”, destacó.

Del mismo modo indicó que muchas personas “se ven abrumadas por el miedo a desarrollar una enfermedad grave”, mientras que “otras están comprensiblemente preocupadas por sus vidas” y que “las investigaciones iniciales muestran que hasta un tercio de los pacientes que se recuperan pueden sufrir cambios duraderos en su estado de ánimo y padecer ansiedad o depresión”.

Mientras, la pandemia en el continente americano no disminuye y ya ha causado más de 400.000 muertes y cuenta con aproximadamente 11,5 millones de casos. La semana pasada, la región concentraba más de la mitad de nuevos casos a nivel global (55%).

“Las Américas cuentan con aproximadamente el 13% de la población mundial, pero con el 64% del total de las muertes comunicadas oficialmente hasta la fecha”, detalló Etienne, quien confirmó que Estados Unidos y Brasil lideran el número de casos en la región.

Sin embargo, explicó que se está viendo un aumento creciente de casos en partes de la región que habían permanecido estables durante varias semanas, como el Caribe.

Agregó que aunque hay información de que en algunos lugares ha disminuido el número de personas afectadas por el virus, varios países están reforzando las medidas de salud pública en zonas que se enfrentan a un aumento de nuevas infecciones, como por ejemplo Perú, la República Dominicana, Jamaica, las Bahamas y Trinidad y Tobago.

“Este virus es implacable y requiere que nosotros seamos iguales. Debemos estar atentos y mantener la transmisión bajo control”, sentenció.

Tras la reapertura del espacio aéreo y la reanudación de los viajes no esenciales, tanto en las Bahamas como en otros Estados insulares del Caribe, se corroboró un aumento de los casos confirmados, apuntó el doctor Sylvain Aldighieri, experto de la Organización Panamericana de la Salud.

Aldighieri señaló que las autoridades nacionales tendrán que evaluar durante las próximas semanas y meses cómo afrontar esta situación y tomar la decisión de emplear determinados criterios de vigilancia epidemiológica y de laboratorio, entre otros factores a tomar en cuenta.