Un mito, que los sustos provoquen diabetes, afirma especialista
Ismael Bucio Cardelas (Notimex), 5 de noviembre de 2017
México.- Luego de que sonara la alerta sísmica la mañana del pasado 23 de septiembre en la Ciudad de México, las redes sociales bautizaron ese sábado como «el día que me dio diabetes»; sin embargo, esta enfermedad donde los niveles de glucosa de la sangre están elevados no puede ser causada por un susto.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no genera insulina necesaria o el organismo no usa de forma eficaz la hormona producida por este órgano.
No obstante, cuando se presenta un estado de alarma, los niveles de glucosa se elevan, pero el susto por sí sólo no la genera, lo cual echa por tierra el mito generacional de los mexicanos.
«Con un susto se empiezan a secretar diferentes hormonas, las hormonas no funcionan adecuadamente, y si esto se hace de manera constante el cuerpo no va a trabajar, va a dejar de funcionar, entonces puede haber afectación del páncreas», apuntó el doctor, José Manuel Huerta Hentschel.
Agregó que es por este tipo de secreción de hormonas que hace que el cuerpo no funcione bien, combinado con una predisposición genética, puede ser el disparador para que se dé la enfermedad.
En entrevista con Notimex, Huerta Hentschel explicó que el ejemplo anterior puede ser un factor que eleva las probabilidades de generar la enfermedad, pero no una causa directa.
«La diabetes es multifactorial, a cualquiera nos puede dar, hay algunos que sólo es apretar un botón y se desarrolla», dijo.
Junto a este mito de los sustos vienen otra serie de creencias populares como que después de pasar por un estado de alarma es bueno comer un bolillo, o que no se debe ingerir agua.
El médico señaló que este tipo de afirmaciones generacionales también son falsas, por lo que recomendó a las personas, a manera de prevención, mantenerse hidratadas de manera correcta en todo momento, para que el cuerpo esté listo ante cualquier eventualidad.
«Comer pan y no tomar agua es un mito. Cuando te pasa un sobresalto tú debes seguir tus indicaciones normales, por eso uno siempre debe estar bien hidratado por eso se recomienda que se beba de uno a dos litros diarios de agua», manifestó.
Huerta Hentschel refirió que otros factores de riesgo para que se genere diabetes, son obesidad y sobrepeso, esto por múltiples cuestiones como metabólicas, ejercicio, alimentación, que se hacen de manera equivocada, pero que no se relacionan de forma directa con la enfermedad crónica.
«Los factores de riesgo son como semáforos, mientras más naranjas o rojos, aumentan las probabilidades de tener la enfermedad. Lo que se debe hacer es pasar las luces preventivas a verdes», señaló.
«Sobrepeso y obesidad son factores para que se desarrolle diabetes, lamentablemente México está en el número dos en población adulta y número uno en obesidad infantil, aquí estamos aumentando el factor de riesgo y estas probabilidades», indicó.
En cuanto a las personas que sufren de obesidad y sobrepeso pero que no tienen diabetes, el galeno recomendó que aumenten la actividad física, combinada con una dieta adecuada bajo la supervisión de un especialista en nutrición.
«Sabemos que si hace todas estas medidas puede bajar el riesgo de que se desarrolle la diabetes un 34 por ciento, con estas simples medidas tres cuartas partes a un tercio se está disminuyendo, son medidas sumamente sencillas», aseguró.
Además de ser un factor de riesgo, el sobrepeso trae problemas ortopédicos, pues afecta de manera progresiva articulaciones, ya que el individuo se ve obligado a cargar más peso de lo que su cuerpo debiera.
Debido a que es una enfermedad multifactorial, la gente que es delgada también puede padecer diabetes, según el doctor, en estos casos es de manera principal por cuestiones genéticas.
En cualquier circunstancia Huerta Hentschel destacó que es importante mantener una buena dieta, caminar media hora diaria por lo menos cuatro veces a la semana, a fin de reducir los factores de riesgo y probabilidades, no sólo en diabetes.