Son policías, pero también padres de familia
, 18 de junio de 2015
Xalapa, Ver., 18 de junio de 2015.- Ser papás y policías al mismo tiempo no es fácil, sobre todo cuando no saben si regresarán a casa por su peligrosa profesión.
A sus 31 años José Alfredo Gómez es papá de tres pequeños a quienes ha tenido que dejar de ver por cumplir con su trabajo: velar por la seguridad de la población.
“En esta vida todo vale la pena por quienes tenemos en casa, la formación de nuestros hijos y aparte velar por la ciudadanía. No saben los sacrificios que hacemos por el bienestar de todos”.
José Alfredo se perdió el nacimiento de su tercer hijo, un pequeño que nació con síndrome de Down. A cuatro años de su nacimiento no ha podido estar con él para verlo crecer como quisiera. “Mi esposa estaba embarazada, yo conocí a mi bebé a los dos meses de que nació porque estaba en Hidalgo. Lo tomé como una motivación más porque yo sabía que al salir de ahí lo iba a ver”.
Tanto José Alfredo como Romeo Barredo Bucarando, este último perteneciente a la Fuerza Civil, han aprendido a vivir así, lejos de la familia, viéndolos poco porque su uniforme se los exige y la sociedad los necesita, por eso aprovechan hasta el mínimo momento para disfrutar su paternidad.
Romeo también tiene tres hijas, una de cuatro años, otra de dos y la más pequeña de tres meses de nacida. Ha tenido que ausentarse hasta por tres meses y le ha dolido no estar con su familia y con sus pequeñas cuando enferman.
Muchos papás policías no podrán estar en casa el próximo domingo para que los festejen y para festejar con su familia. Eso les duele porque atrás del uniforme hay quienes los esperan.