Xalapa, Veracruz, México, a sábado 23 de noviembre de 2024

SHCP entrega Paquete Económico 2024 al Congreso de la Unión

SHCP entrega Paquete Económico 2024 al Congreso de la Unión

Agencia de Noticias RTV (SHCP), 9 de septiembre de 2023

Ciudad de México.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público entregó al H. Congreso de la Unión el Paquete Económico para el ejercicio fiscal 2024. Este paquete está integrado por los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF) y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF).

El Paquete Económico refleja las metas planteadas en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, especialmente aquellas enfocadas en mejorar el bienestar de la población y reducir las desigualdades entre sectores y regiones, así como fomentar el crecimiento económico. En su diseño, se consideraron tanto las tendencias económicas globales como las proyecciones nacionales.

El crecimiento económico global superó las expectativas durante la primera mitad del año. Sin embargo, este crecimiento comenzó a moderarse hacia el final del periodo debido a posturas monetarias más restrictivas por parte de los bancos centrales. Aunque las presiones inflacionarias continuaron disminuyendo gracias a la normalización de las cadenas de suministro y a la baja en los precios de las materias primas, aún existen preocupaciones por posibles factores climatológicos adversos y el rumbo de algunas tensiones geopolíticas a nivel internacional.

Para el resto del año, no se espera un escenario recesivo en la actividad económica global, sino una moderación en el ritmo de crecimiento económico. Este escenario coincide con las proyecciones que la SHCP publicó a inicios de año y con lo que se presenta en el Paquete Económico 2024.

A pesar de los desafíos en el ámbito global, la economía mexicana ha demostrado fortaleza. Desde finales de 2021, la economía ha tenido un crecimiento sostenido, alcanzando un máximo histórico en el segundo trimestre de 2023.

Este logro responde principalmente a la fortaleza de la demanda interna. El consumo de las familias ha impulsado la economía, gracias al aumento de los salarios y al crecimiento del empleo, como resultado de las recientes reformas en el ámbito laboral y salarial. Además, la confianza de los consumidores ha estado en aumento, registrando cuatro meses consecutivos de alzas, que, en conjunto con un mayor crédito de consumo y un incremento en el gasto de programas sociales, han contribuido significativamente al buen comportamiento del consumo privado.

Las cifras al tercer trimestre sugieren que México mantendrá este buen desempeño durante el resto del año, por lo que se espera que al cierre de 2023 el crecimiento económico se sitúe entre 2.5 y 3.5%, superando la estimación presentada en los Pre-Criterios de Política Económica 2024.

Por su parte, las finanzas públicas muestran un panorama estable. Se estima que la deuda pública ascienda a 46.5% del PIB al cierre de 2023, lo que significa una reducción de 1.2 puntos porcentuales del PIB comparado con lo observado en 2022.

Hacia 2024, se espera que la solidez del mercado interno, en conjunto con los niveles de inversión en infraestructura —con miras a mejorar la conectividad y potenciar la actividad económica, principalmente en el sur del país— sigan impulsando el crecimiento de la economía nacional. Además, México seguirá aprovechando los cambios en el comercio global, lo que le permitirá atraer más inversiones, beneficiando la producción, el empleo y las exportaciones.

De esta manera, las proyecciones para el siguiente año indican que la economía de nuestro país alcanzará un crecimiento real anual que oscila entre el 2.5 y 3.5%, lo que supera las estimaciones previas establecidas en los Pre-Criterios de Política Económica 2024.

De acuerdo con las medidas de política monetaria y fiscal, junto con la normalización de las cadenas de valor y el fortalecimiento del tipo de cambio, se anticipa una disminución sostenida de la inflación, proyectándose al cierre 2024 en 3.8%, dentro del rango objetivo de Banco de México. Además, se espera un tipo de cambio promedio de 17.1 pesos por dólar, respaldado por los sólidos fundamentales macroeconómicos.

Se estima que el precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo sea de 56.7 dólares por barril en 2024, al tiempo que la producción alcanzará los 1,983 miles de barriles diarios, cifra consistente con la mejora en el desempeño operativo de Pemex.

En cuanto a la política hacendaria, las previsiones actuales indican que las finanzas públicas permanecerán sanas, con un nivel de deuda sostenible. Con respecto a la política de ingresos propuesta en la ILIF 2024, la estrategia seguirá enfocada en mantener la fortaleza de la recaudación sin aumentar impuestos o crear nuevos. Se estiman ingresos tributarios en 14.4% del PIB, la cifra más alta desde que se tiene registro y que supera en 1.7 puntos porcentuales al nivel observado en 2018. Este resultado estará respaldado por el dinamismo del ISR y el IEPS, que alcanzarán niveles de 7.9 y 2.0% del PIB, respectivamente.

En materia de gasto, será prioritario dirigir los recursos a proyectos y programas que impacten positivamente en el crecimiento económico, el combate a la pobreza y la reducción de las desigualdades regionales. Para 2024, se anticipa que el gasto en desarrollo social ascienda a 12.8% del PIB, la cifra más alta desde que se tiene registro que además supera en 2.7 puntos porcentuales del PIB al dato observado en 2018.

Asimismo, se prevé que el saldo de la deuda pública se ubique en 48.8% del PIB al cierre del año. Cabe destacar que el incremento estimado en el nivel de la deuda pública para 2024 es de 5.2 puntos porcentuales del PIB respecto a 2018, mismo que se compara favorablemente con los aumentos de 7.4 y 8.0 puntos porcentuales del PIB registrados en los periodos 2006-2012 y 2012-2018, respectivamente.

El Paquete Económico 2024 reafirma el compromiso de esta administración con los fundamentos de la nueva política económica. Esta política ha promovido el crecimiento económico en un entorno de bienestar social sin precedentes. Todo esto se desarrolla bajo una gestión responsable de las finanzas del país, asegurando que el saldo de la deuda, como proporción del PIB, se mantenga en una senda estable y sostenible a largo plazo.