Xalapa, Veracruz, México, a jueves 14 de noviembre de 2024

Proponen en EU reducir condena en casos menores de droga

Proponen en EU reducir condena en casos menores de droga

, 13 de agosto de 2013

El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, anunció ayer su intención de reducir las penas en casos menores de droga, en un intento por modificar una normativa que suele afectar a los grupos poblacionales más marginados y que ha provocado una costosa sobrepoblación carcelaria.

Según explicó, el primer paso será “reevaluar la noción de condenas de cárcel mínima obligatorias para crímenes relacionados con las drogas” que, indicó, “a menudo provocan sentencias injustamente largas y generan una falta de respeto por el sistema” judicial estadunidense.

Para ello, Holder reveló que ha ordenado una modificación de las prácticas de presentación de cargos de los fiscales del país de modo que “algunos delincuentes de bajo nivel, no violentos y que no tienen lazos con organizaciones a gran escala, bandas o cárteles, no sean más acusados de delitos que prevén sentencias mínimas obligatorias draconianas”.

En vez de ello, serán acusados a partir de ahora de cargos por los que las penas previstas “son más apropiadas para su conducta individual, en vez de recibir una pena de cárcel excesiva más apropiada para criminales violentos o líderes narcotraficantes”.

Ello permitirá, sostuvo, “promover mejor la seguridad pública, la disuasión y la rehabilitación a la par que los gastos (en prisiones) son más productivos”.

La medida forma parte de un paquete de reformas “pragmáticas” presentadas ayer por Holder durante un discurso ante el Colegio de Abogados en San Francisco, con el objetivo, dijo, de combatir “disparidades injustificables” del sistema penitenciario nacional que, afirmó, hace que “demasiados estadunidenses acaben en prisión por demasiado tiempo”.

Hasta 2010, la posesión de cinco gramos de crack, una droga consumida sobre todo en comunidades pobres, implicaba una pena mínima de cinco años de cárcel, algo que Holder calificó de “injusta” disparidad, pues la posesión de medio kilo de cocaína en polvo, la droga más usada en círculos sociales más altos, recibía el mismo castigo mínimo que la posesión de cinco gramos de crack.

“Tenemos que asegurarnos de que la cárcel se emplee para castigar, disuadir y rehabilitar y no solamente para condenar, encerrar y olvidar”, afirmó Holder en su discurso.

Aunque el gobierno de Barack Obama logró modificar las leyes en 2010 para reducir esta disparidad, aumentando la posesión penalizada de crack a 28 gramos, la diferencia sigue siendo marcadamente en perjuicio sobre todo de las comunidades “más pobres y de color”, recordó el secretario de Justicia de EU.

“Un círculo vicioso de pobreza, criminalidad y cárcel atrapa a demasiados estadunidenses y debilita a demasiadas comunidades”, lamentó el fiscal general.

Las sentencias con prisión mínima obligatoria, resultado de la guerra contra las drogas en la década de 1980, limitan la discreción de los jueces para imponer sentencias más cortas.

Beneficio para los mayores

Como parte del paquete de reformas, el Departamento de Justicia también está analizando la posibilidad de sustituir algunas penas de cárcel por posesión de drogas por alternativas como “programas de tratamiento” o “servicios comunitarios”.

Holder también propuso la reducción de sentencia para presos mayores y no violentos que hayan cumplido ya una parte “significativa” de su condena, así como la “liberación compasiva” de reos que afrontan circunstancias “extraordinarias o imperiosas” y que no suponen una amenaza para la sociedad.

El objetivo de las medidas propuestas por Holder, parte de las cuales requerirán la aprobación por parte del Congreso, no es sólo reducir las desigualdades que las condenas de cárcel revelan entre diversos sectores poblacionales, sino también reducir un costoso sistema carcelario que adolece de sobrepoblación.

De hecho, con más de 2.2 millones de presos, Estados Unidos tiene la mayor tasa de población carcelaria del mundo, una media de 716 presos por cada cien mil habitantes, según el Centro Internacional de Estudios Carcelarios (ICPS, por sus siglas en inglés). La ocupación carcelaria está además a 99 por ciento, según esta organización que compara la situación de los presos en todo el mundo.

Tan sólo en cárceles federales hay más de 219 mil presos, de los que casi la mitad cumple penas por delitos relacionados con las drogas, recordó Holder.

Añadió que el costo de mantener este alto nivel de población carcelaria en el país ascendió a 80 mil millones de dólares en 2010.

Incautan 300 kilos de cocaína

Las autoridades colombianas incautaron 300 kilogramos de cocaína que eran transportados en una embarcación con destino a Centroamérica, informó ayer la Fuerza Aérea (FAC).

“La nave tipo go fast fue interceptada por efectivos de la Armada (marina de guerra) cerca de la isla de Providencia, en el mar Caribe, tras la alerta de un avión patrullero de la FAC, según un comunicado.

Los ocupantes de la lancha escaparon al percatarse del seguimiento de las autoridades, que encontraron en el aparato 14 bultos con un total de 300 kilogramos de la droga.

La motonave “pretendía salir de Providencia hacia Centroamérica”, indicó el reporte.

Según el más reciente informe de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC), el área sembrada de hoja de coca en Colombia bajó de 64 mil hectáreas a 48 mil entre 2011 y 2012, una reducción de 25%, mientras que la producción de cocaína cayó de 345 a 309 toneladas anuales.

Por otra parte, las autoridades venezolanas incautaron mil 241 kilos de mariguana ocultos en un camión que trasladaba pescado a Caracas desde la ciudad de Maracaibo, fronteriza con Colombia, informó ayer la gubernamental Oficina Nacional Antidrogas (ONA).

La ONA indicó que el hallazgo se produjo en un puesto de control de la Guardia Nacional Bolivariana en el que fueron detenidos el chofer y el copiloto, ambos venezolanos, que quedaron a disposición de la Fiscalía del estado Falcón.

Estudia reorganización de mandos

El Departamento de Defensa de Estados Unidos considera una reorganización de sus Mandos Conjuntos de operaciones que incluiría la unificación del Comando Sur y el de América del Norte, informó ayer el periódico Military Times.

La combinación de los comandos “Norte” y “Sur” en un “Mando Conjunto Occidental” iría acompañada con la
disolución del Mando Africano que inició sus operaciones en 2007.

Estos cambios responden, en buena parte, a las reducciones de gastos militares de Estados Unidos después de más de una década de guerras en
Irak y Afganistán, y operaciones en todo el planeta dentro de su guerra contra grupos terroristas.

Actualmente, el Pentágono tiene dividido al mundo en seis “provincias” o teatros de operaciones bajo Mandos Conjuntos que combinan las
actividades del ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y la Infantería de Marina en sus regiones respectivas.

El periódico, que cita a fuentes militares de alto rango que no identifica, señaló que la reorganización cerraría dos de esos mandos conjuntos, y ocho mandos de servicios de apoyo, con un total de más de cinco mil empleados civiles y militares.

La disolución del Mando Africano dejaría a la mayor parte de África, como en el pasado, dentro de la responsabilidad operativa del Mando Europeo.

La región occidental de África retornaría, bajo esa reestructuración, a la responsabilidad del Mando Central que extiende su supervisión al Golfo y Asia Central.

Y Afganistán y Pakistán,
que ahora están dentro del área de operaciones del Mando Central, pasarían al Mando del Pacífico, de acuerdo con el diario.

“La combinación de los mandos ‘Norte’ y ‘Sur’ podría llevar a la disponibilidad de mayores recursos para las actividades en América Central y América del Sur que, según los expertos, ha sido por mucho tiempo la región de más negligencia del Pentágono”, añadió el artículo.

La combinación de ambas regiones “podría atender mejor los problemas de cruce de fronteras, en particular el tráfico de drogas, entre México, América del Sur y Estados Unidos”, dijo al diario Bob Killebrew, un coronel retirado del ejército y académico en el Centro para una Nueva Seguridad Estadunidense.

El Mando Norte incluye actualmente a México, Estados Unidos y Canadá. El Mando Sur cubre el Caribe y toda América Central y América del Sur.

“Tiene sentido que no haya una especie de frontera artificial dentro del Pentágono, no sólo entre México y América Central sino también entre México y la frontera estadunidense”, añadió Killebrew.