Prófugos de Tijuana se ocultan en Estados Unidos
, 23 de septiembre de 2013
Por su cercanía con Tijuana, Estados Unidos se ha convertido en un escondite para los prófugos que han perpetrado algunos de los más sonados crímenes en esta frontera cometidos principalmente contra mujeres.
En un caso, un hombre identificado como Fernando Emanuel Valencia Pérez pasó siete años escondido en el estado de California, tras asesinar a la joven Sara Benazir Chavoya, de 15 años, a quien arrojó de una camioneta en movimiento.
Fue capturado cuando su nombre surgió como un prófugo buscado por la justicia mexicana mientras efectuaba sus trámites migratorios para obtener la residencia permanente en Estados Unidos.
El hombre de 29 años fue entregado a la Policía Ministerial, en agosto, luego de su deportación por la justicia estadunidense, quienes habían sido notificados de la posible estadía del sospechoso en ese país.
En otro caso, un hombre permaneció escondido en San Diego tras el intento de homicidio contra una mesera, Verónica Rodríguez, a quien golpeó, navajeó en el rostro, sepultó viva y prendió fuego.
Su captura se registró cuando volvió a ingresar en el territorio nacional.
El fenómeno también ocurre a la inversa y delincuentes que cometieron delitos en Estados Unidos se esconden en la ciudades fronterizas en donde la autoridad no los busca.
Hace unos meses, el gobernador José Guadalupe Osuna Millán indicó que 31 repatriados se vieron involucrados en homicidios en lo que va de 2013 en esa entidad.
Las autoridades de Baja California afirman que ya delinean estrategias para encontrar a quienes son repatriados y tienen cuentas con la justicia.
En el año 2012, las estadísticas oficiales indican que un total de 115 prófugos fueron capturados en el estado de Baja California en operativos de la Policía Estatal Preventiva especializados en la captura de delincuentes evadidos de la justicia.