Presentan en el IPN nuevas evidencias geológicas sobre el meteorito de Chicxulub
Agencia de Noticias RTV (IPN), 9 de diciembre de 2020
Xalapa, Ver.- Evidencias geológicas, mineralógicas y estratigráficas de perforaciones petroleras, analizadas por investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) sugieren una nueva hipótesis congruente con un evento volcánico subacuático en la zona de Chicxulub, al norte de la península de Yucatán, donde cayó el supuesto meteoro al final del periodo Cretácico, que coincide con el fin de la era de los dinosaurios.
En el artículo geológico denominado “The Chicxulub Myth in Yucatan, comparison with the Cretaceous-Cenozoic boundary from oil wells of Eastern and Southern Gulf of Mexico”, publicado en la 3ª edición de la gaceta Gondwana, de la Sociedad Mexicana de Geólogos Petroleros, delegación Poza Rica, Abelardo Cantú Chapa y Juan Carlos Zarazúa Saucedo, de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Ticomán, exponen los resultados, obtenidos del análisis de muestras tomadas directamente de pozos en la zona del supuesto impacto.
Cantú Chapa, Doctor en Geología por la Facultad de Ciencias de la Universidad La Sorbona de París, Francia, y pionero del estudio de fósiles de pozos petroleros de México, expresó que en la zona del supuesto impacto, con un registro geofísico de mil 200 metros de profundidad, se observa la presencia de sedimentos de origen volcánico, como son cenizas, lavas, vidrio volcánico y bentonita, entre otros.
“El estudio de la secuencia de rocas carbonatadas de origen marino transicionales en la zona de contacto entre el Cretácico-Paleoceno (K/Pg), no arroja ninguna evidencia geológica relacionada con el supuesto impacto de un cuerpo litológico extraterrestre en la región, incluido el iridio, lo que nos lleva a replantear seriamente el mito del meteorito de Chicxulub”, indicó el docente perteneciente al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel II.
El catedrático politécnico comentó que la extinción de las especies vegetales y animales, ocurrido coincidentemente en ese periodo, se debió a causas evolutivas que responden a cuestiones biológicas, toda vez que los organismos agotan su capacidad de renovarse y por lo mismo desaparecen definitivamente, sin relación alguna con el impacto de un meteorito.
A su vez, Zarazúa Saucedo añadió que en el artículo se presenta el estudio del material proveniente de más de 100 pozos petroleros perforados por Petróleos Mexicanos (Pemex) al sur del Golfo de México, algunos de ellos ubicados justo en la zona del supuesto impacto, donde se obtuvieron las evidencias geológicas relacionadas con un evento de origen volcánico subacuático.