Xalapa, Veracruz, México, a viernes 15 de noviembre de 2024

Organilleros preservan sonidos de la vieja urbanidad

, 10 de enero de 2014

Xalapa, Ver., 10 de enero de 2014.- Desde hace seis años Javier Olvera toca el organillo en las calles de Xalapa después de verse obligado, como tantos otros, a salir del Distrito Federal y regresar a la provincia.

“Nosotros trabajábamos en México. Allá tocábamos en Ixtapalapa, luego el patrón me lo prestó para que lo tocáramos”.
El organillo alemán modelo de 1973 que toca pesa casi 40 kilos, pero aun así debe cargarlo al recorrer las diferentes calles de Xalapa y Coatepec.
“Luego se sube uno a los camiones y por los baches que hay brinca y se desafina. No lo puede uno mover de más, tiene su gracia”.
Aunque aparentemente sólo debe dar vuelta a la manivela que mueve al cilindro este instrumento requiere una velocidad exacta para mantener el ritmo de cada pieza musical.

“Nosotros que ya nos hallamos no, pero si viene otro y lo intenta tocar sí, por el brazo. Aquí está uno parado y deben uno cargarlo y tocar. Hay que llevar un ritmo, porque si le da uno de más se oye mal y desafina uno el aparato”.
No a todos en la ciudad les gusta el sonido; además de los cambios de clima los organilleros deben ignorar los insultos, esquivar los vehículos y recoger las monedas del suelo.

“Te ganas 100 ó 150 pesos. Tenemos que sacar cuenta del mueble. No es de nosotros. 150 diarios nos cobran. Tenemos que sacar 500 pesos al día. Lo bueno para nosotros es sábado y domingo”.
Con ocho melodías diferentes los organilleros se imponen al tiempo y a la modernidad musicalizando los diferentes paisajes urbanos.