Ocho muertos y 25 heridos por ataque yihadista contra OTAN en Kabul
, 3 de mayo de 2017
El atentado fue perpetrado por un kamikaze que manejaba un vehículo cargado de explosivos, el cual detonó al paso de un convoy militar de la OTAN en la central área de Macroyan, cerca de la embajada de Estados Unidos en Kabul.
El viceportavoz del Ministerio del Interior de Afganistán, Najib Danish, aseguró que el ataque estuvo dirigido contra el convoy de las fuerzas de la OTAN, según un reporte de la agencia de noticias afgana PAN.
En declaraciones a la prensa desde el sitio del incidente, Danish indicó que las fuerzas internacionales no sufrieron ninguna baja o herido, aunque al menos ocho civiles afganos murieron y otros 22 resultaron heridos, incluidos tres militares estadunidenses.
«Los heridos fueron trasladados a dos hospitales de la zona: el hospital de Wazir Akbar Khan y el hospital de emergencias Wahid Majrouh”, dijo por su parte, un portavoz del Ministerio de Salud, tras destacar que algunos de los lesionados están en estado crítico.
El capitán de guerra de la Marina estadunidense, William K. Salvin, informó en una breve declaración que los tres soldados que resultaron heridos no corren peligro de muerte y que son tratados en un centro médico de la coalición encabezada por Estados Unidos.
De acuerdo con el testimonio de varias personas que se encontraban en la zona, la explosión fue tan poderosa que se escuchó a varios kilómetros de distancia, destacó el reporte de la agencia Pajhwok Afghan News (PAN).
El grupo extremista Estado Islámico (EI) reivindicó el ataque en un comunicado difundido através de su agencia de noticias Amaq, en el que afirmó que fue perpetrado por uno de sus yihadistas (combatientes islámicos).
La explosión ocurre días después de que la insurgencia Talibán anunció el inicio de su ofensiva de primavera, llamada «Ofensiva del Resorte», contra el gobierno afgano y las tropas extranjeras que permanecen en esta nación.
Además, el ataque ocurrió a menos de 24 horas de la muerte de al menos 25 presuntos insurgentes en una operación de la Policía en la sureña provincia afgana de Helmand, donde los atentados con bomba y ataques armados con son hechos cotidianos.