Nueva política social en México generó un «buen inicio» de año en materia económica

Mahaleth Guevara Alamilla, 7 de febrero de 2019

Veracruz, Ver.- El 2019  inició en materia económica para la mayoría de los mexicanos con el pie derecho, según la medición del INEGI sobre el Indicador de Confianza del Consumidor I.C.C., explicó el economista y académico de la Universidad Veracruzana, Jorge Acosta Cázares.

El nivel de confianza del consumidor en comparación con enero del año pasado reportó un 32 por ciento, mientras que en este 2019 aumentó 11 puntos, alcanzando el 43 por ciento.

Para el doctor en Economía, la aportación de recursos económicos a través de programas sociales ha sido el factor de esta percepción.

“Está ampliando las políticas sociales que tiene que ver con subsidios para incrementar los salarios, la sociedad está viendo ese cambio, las perspectiva que tiene es más positiva (…) Aquí el riesgo que yo veo y que creo que el crecimiento no va a pasar del 2 por ciento para el 2019, (…) el mayor problema es, es que este gasto que se hará por parte de las familias, jóvenes y adultos mayores no vaya a parar en la economía mexicana, sino en la economía de otra parte del mundo, el tema es para que van a destinar esos ingresos adicionales por los diferentes programas sociales que se están dando en este momento, normalmente la intención es que crezca la economía interna, pero la verdad es que gran parte de los productos que se van a consumir provienen de otras partes del mundo”.

Para los especialistas el panorama internacional económico en este 2019 no es alentador ante las políticas proteccionistas de Estados Unidos, China y Rusia, lo que repercutirá en la caída del PIB.

“Esta guerra comercial va a provocar inicialmente una caída del producto interno bruto mundial que venía dándose del 2018 del 3.5 por ciento,  (…) el modelo económico neoliberal está cambiando a modelos más nacionalistas”

El Banco de México y el Fondo Monetario Internacional vislumbran un crecimiento económico nacional del 1.5 por ciento.

La alternativa es fortalecer la economía interna, consumiendo lo que se produce en México, además de generar condiciones de confianza para nuevas inversiones.*