Los pesebres del mercado Morelos en Coatzacoalcos, piezas artesanales únicas

Maythe Morales, 16 de diciembre de 2021

Coatzacoalcos, Ver.- Desde hace más de una década locatarios del mercado Morelos han elegido la edificación y diseño de los pesebres navideños, evitando con ello la compra a fabricantes foráneos.

Cada artesanía producida es una pieza única y en ocasiones creada exclusivamente para el comprador, el costo de cada pesebre se fija en relación a las dimensiones y detalles.

Flor Edith Morales Arias, locataria de la central de abastos, aseguró que este año la venta de los pesebres se ha mantenido en un 70 por ciento, lo que augura un buen cierre de año para los vendedores comparado con 2019 y 2020, donde las ventas se desplomaron en un 90 por ciento.

“Nosotros mismos elaboramos nuestras casitas, por fuera las comprábamos, pero salen muy caras, mi esposo las empezó a hacer y gracias a Dios se han vendido mucho, la gente nos ha buscado.Hacemos una gran variedad de casitas, lo que pide el cliente, hay clientes que nos piden casas grandes y se la elaboramos”.

Los locatarios de la central de abasto, como cada año, salieron a los arriates para comercializar artículos navideños, pero a diferencia de años anteriores en esta ocasión únicamente se introdujeron los pesebres, dejando de lado la noche buena, piñatas y nacimientos.

Guadalupe Almeida Coronel, otra de las locatarias, aseveró que los pesebres en años anteriores eran
una pieza imprescindible dentro de los hogares, sin embargo hoy en día las familias prefieren colocar únicamente el pino y adornos para el hogar, dejando de lado el nacimiento.

“Que siga igual, muchos se olvidan de la tradición y por eso también van bajando las ventas, porque la gente ya no hace su nacimiento como antes. Mi sobrino los hace, ya es la tradición de todos los años, antes se compraban hechos, ahorita los hacemos y los tenemos de 200 a 300 pesos; ese es el precio de las casitas”.

Además de la venta de la pieza de madera, desde finales de noviembre los locatarios comercializan heno y musgo, lo que da un toque realista a los nacimientos que adornan miles de hogares porteños.