Xalapa, Veracruz, México, a lunes 23 de diciembre de 2024

Las mujeres en el son jarocho, destacan cada vez en mayor número

Las mujeres en el son jarocho, destacan cada vez en mayor número

Pilar Ramírez, 3 de abril de 2021

Xalapa, Ver.- El son jarocho, la música del sotavento que le ha otorgado identidad a Veracruz y es ahora disfrute en innumerables lugares de México y el mundo, ha generado una idea tradicional de que es una actividad realizada por hombres ejecutantes de los instrumentos del son, una gama de jaranas, requintos, leonas y panderos, y donde la contribución de las mujeres es “adornar” con el baile. Nada más alejado de la realidad.

Desde hace tiempo, el registro de la historia del son jarocho no puede ser elaborado sin que incluya a una gran cantidad de mujeres jaraneras. El investigador de la Universidad Veracruzana, Rafael Figueroa Hernández se ha dado a la tarea de realizar una investigación discográfica sobre las mujeres en el son jarocho.

Los resultados que ha arrojado esta investigación corroboran la relevante participación de las mujeres como instrumentistas y hasta ahora se pueden mencionar al menos125 producciones discográficas que involucran a mujeres tanto leoneras como Laura Rebolloso, jaraneras como Wendy Cao, Ana Zarina Palafox, arpista o requintistas como Cindy Harding del conjunto Jardín, dentro y fuera de la región sociocultural del Sotavento, dentro y fuera incluso de nuestro país. Las bailadoras continúan siendo un elemento fundamental en el son jarocho y las hay excelentes como Rubí Oseguera.
Este análisis también ha resaltado el hecho de que el fenómeno musical del son jarocho extendiéndose por el mundo, como en varias ciudades de Estados Unidos: Los Ángeles, Chicago, Nueva York, Santa Bárbara o Miami, así como Barcelona, Paris, Toulouse, Berlín y otras ciudades europeas, ha sido en buena medida como resultado del trabajo artístico de mujeres.
El objetivo de la discografía es visibilizar el trabajo de las mujeres en el son jarocho y hacer notar que su presencia se puede encontrar no tan sólo bailando en la tarima, sino tocando al pie de ella, además de en los estudios de grabación. Es hora de identificar la participación femenina en la ejecución de esta música que le da sello a nuestro estado.