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La literatura indígena florecerá cuando se eduque en las 69 lenguas nacionales

La literatura indígena florecerá cuando se eduque en las 69 lenguas nacionales

Agencia RTV Noticias (INAH), 30 de septiembre de 2019

  • Deben generarse gramáticas para las diversas lenguas indígenas, sin que las variantes dialectales sean un obstáculo en el propósito

  • “Sólo así seremos leídos en nuestra propia lengua”, coincidieron los escritores zapotecos Javier Castellanos y Esteban Ríos, en la XXX FILAH

México.- La literatura indígena es una realidad, pero florecerá cuando en México se alfabetice y eduque a los niños y jóvenes en sus distintas lenguas maternas, y no solo en español; para esto deben generarse gramáticas para las diversas lenguas indígenas, sin que las variantes dialectales sean un obstáculo en el propósito, coincidieron los escritores zapotecos Javier Castellanos y Esteban Ríos, en un conversatorio dedicado a Oaxaca, estado invitado de la XXX Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH).

Ambos poetas, galardonados con el Premio Nacional de Literatura en Lenguas Indígenas Nezahualcóyotl, reflexionaron sobre el tema en el Museo Nacional de Antropología, donde abordaron las vicisitudes para —tras años de haber sido educados bajo las reglas del español— reencontrarse con la sonoridad de su idioma de origen, trascenderlo y trascenderse a sí mismos, por medio de la escritura.

Aunque se haya reconocido la existencia de 69 lenguas nacionales en nuestro territorio, prácticamente todas indígenas, salvo el español, en la práctica, el proceso de desplazamiento lingüístico por esta última ha sido imparable, pues se carece de programas que incentiven que los niños y jóvenes indígenas no solo compartan su idioma en casa, sino también fuera, sin que esto implique marginación y discriminación.

Sobre la necesidad de crear una gramática para las diferentes lenguas indígenas, Ríos explicó que es difícil llegar a acuerdos, ya que cada comunidad considera que su variante lingüística es mejor, sin embargo, “habría que reflexionar y ser conscientes de que eso no lleva a ninguna parte. Hay que unificarnos, somos hermanos, y las variantes lingüísticas son en parte resultado de cinco siglos de segregación.

“Más allá del Estado, nosotros mismos nos hemos dado la espalda y no comprendemos que si no hacemos nada por recuperar nuestras lenguas, se van a perder. Si no hay vestigios, si no hay escritura se pierde una memoria colectiva. Yo escribo en zapoteco del Istmo, pero quien me lee —si es el caso— lo hace en español, y lo mismo pasa con los demás colegas. Urge alfabetizar en la lengua originaria, y no con la mira puesta en la creación literaria, sino en el desarrollo de la vida escolar, adquiriendo los diversos saberes”, señaló el Premio Nacional de Literatura en Lenguas Indígenas Nezahualcóyotl 2018.

En la misma idea coincidió es el escritor Javier Castellanos, zapoteco de la zona serrana, quien hizo un esfuerzo por crear una gramática común de su lengua; algo que aún no se ha podido lograr. No obstante, dijo, “es necesario considerar que los idiomas son algo reglamentario, es el ser humano el que fija las reglas. Y para generar una gramática del zapoteco, debemos anteponer a todo el pueblo zapoteco, sobre las diferencias léxicas que pueda aducir cada población. No se trata de unificar el zapoteco, sino de regularizarlo”, zanjó.

En sus palabras, “se diga lo que se diga, independientemente de los gobiernos, un niño indígena mexicano sigue enfrentándose al obstáculo de que al iniciar la vida escolar, los programas educativos no están pensados para que aprenda en su lengua, la que escucha y con la que se comunica con sus padres, sus hermanos, sus amigos. Y aunque existen esfuerzos para que esto cambie, no dejan de ser una labor de hormiga, gestos heroicos. En el fondo esto es discriminación, porque se privilegia a un sector de la población”.

Castellanos, quien en 2013 recibió el Premio de Literaturas Indígenas de América, se dijo consciente de que casi no es leído en su lengua y de que “nuestros libros (los de los escritores indígenas) son adquiridos casi, casi, como souvenirs, como recuerdos, para que se diga que se está haciendo algo. La importancia de la literatura indígena radica en que quede como un testimonio, y si alguna vez las cosas cambian, sirva como referencia para hacer libros de texto, crear un método de enseñanza”.

Por su parte, Esteban Ríos sostuvo que hoy en día es posible hablar de una literatura indígena, hay muchos escritores que están produciendo textos a partir de sus lenguas maternas; “pero escribir un libro, o dos, tres…, no descarta la desaparición de las lenguas”. Asimismo, hizo hincapié en que no debe confundirse la literatura en lenguas indígenas, con la literatura indigenista, desde la cual escritores no indígenas abordaban la problemática social de estos pueblos y sus actores, ejemplo de ello son títulos como El resplandor, de Mauricio Magdaleno, o Juan Pérez Jolote, de Ricardo Pozas.

Respecto al panorama de la literatura en lenguas indígenas, Javier Castellanos opinó que los pueblos indígenas no deben engañarse o consolarse a sí mismos, solo porque algunos de sus miembros reciben algún premio, o surgen grupos musicales que interpretan en su propio idioma, “cuando por debajo están desapareciendo nuestras lenguas”.

Detrás de la literatura indígena, como en cualquier otra, concluyeron los autores, está la necesidad del ser humano de ahuyentar la muerte, “escribir es un acto trascendental, más que comer o sembrar más maíz. En todo caso, se puede comparar con la necesidad de nuestros ancestros de construir grandes ciudades como Monte Albán, que al paso de los siglos se mantienen en pie”, finalizó Castellanos.

Mañana en la XXX FILAH

Este lunes 30 de septiembre, iniciará la decimocuarta edición del Simposio Román Piña Chan, con el tema “500 años de la llegada de Cortés a territorio mexicano”, a las 10:00 horas en el Auditorio Fray Bernardino de Sahagún. La  conferencia magistral, La interacción entre Occidente y Mesoamérica en el siglo XVI, estará a cargo del historiador Luis Barjau, a las 10:15 horas. Posteriormente, a las 11:00 horas, los arqueólogos Pedro Francisco Sánchez Nava y Nahúm Noguera dictarán la ponencia La Isla de Sacrificios antes y después de la Conquista. Un enclave estratégico. A las 11:35 horas, tocará el turno al arqueólogo subacuático Roberto Junco, quien expondrá sobre el Proyecto Subacuático Villa Rica: tras los barcos de Hernán Cortés.

El mismo día, a las 11:00 horas, en el Auditorio Tláloc se llevará a cabo la presentación del libro Arqueología de un arqueólogo. Conversaciones con Eduardo Matos Moctezuma, con la presencia del propio investigador emérito del INAH y del arqueólogo Leonardo López Luján.