Impulsan el INE y la UNAM la campaña “La cultura cívica salva vidas y fortalece la democracia”

Leticia Silva, 8 de junio de 2020

Xalapa, Ver. -El cuidado individual hoy más que nunca denota un acto de responsabilidad social, es un acto cívico de solidaridad, la pandemia del COVID-19 ha evidenciado como pocas amenazas a la humanidad, que la conexión entre la salud individual y la colectiva es inseparable por la dinámica de interacción y la convivencia social, que caracteriza nuestra vida cotidiana y el mundo moderno.

El Instituto Nacional Electoral (INE), en colaboración con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, presentó la campaña “La cultura cívica salva vidas y fortalece la democracia” y en ese marco, Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del INE consideró que las recomendaciones de cuidado a la salud deben basarse en evidencia científica.

Explicó que las recomendaciones de cuidado de la salud y comportamiento sociales y de higiene que incluirá la campaña está fundamentada científicamente, ya que consideran que cada vez es más evidente la desigualdad social, por lo que es necesario establecer el compromiso de que las desigualdades existentes no impedirán que todos los mexicanos ejerzan su derecho humano a la salud, así como sus derechos políticos.

“Esta exigencia ciudadana a las autoridades no debe entenderse como oposición política, la demanda a las autoridades de tomar decisiones con fundamento científico, especialmente en el ámbito de la salud, es también parte de una cultura cívica viva que fortalece la acción ciudadana continua frente a sus representantes electos, más allá de las elecciones. Finalmente, hacer democracia, participar en democracia, significa también generar contextos de exigencia, sin que ello signifique contravenir ni el principio de autoridad, ni el estado de derecho a nuestras autoridades”. 

Córdova Vianello dijo que la campaña busca concientizar sobre la necesidad de implementar medidas de distanciamiento social e higiene, sensibilizar a la población sobre la importancia y la necesidad de mantener nuestro comportamiento y prácticas de higiene, en las circunstancias de emergencia basadas en el conocimiento y la evidencia científica.

Consideró que «debemos exigir que toda recomendación de política, toda sugerencia de comportamiento social, toda práctica de higiene que se nos proponga, debe tener un respaldo en evidencia y conocimientos científicos».

Y sobre todo, enfatizó que, “seguir las medidas de cuidado a la salud en lo individual y promover su cumplimiento y respeto colectivamente, representa un auténtico acto de solidaridad y de generosidad, pero también, un comportamiento que denota cultura cívica y compromiso social”.