Garantizar protección de niñez y adolescencia en orfandad por COVID-19 requiere coordinación de autoridades: Sipinna
Agencia de Noticias RTV (Segob), 11 de septiembre de 2021
Ciudad de México.- La encargada de despacho de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) de la Secretaría de Gobernación, Constanza Tort San Román, señaló que este sector de la población ha perdido a madres, padres o personas tutoras a causa de la pandemia por COVID-19, por lo que es necesaria la coordinación entre autoridades de los tres órdenes de gobierno para enfrentarlos.
Esta situación –dijo– provoca riesgos como violencia, vulnerabilidad económica, deserción escolar, problemas emocionales, psicológicos y de ansiedad, “cuando hablamos de niñas y niños en primera infancia, quienes no solamente pierden a su madre o padre, pierden la oportunidad de convivencia y socialización con su núcleo primario, la fuente de su alimentación saludable vía lactancia materna, y la posibilidad de establecer vínculos afectivos con sus progenitores”.
Ante las y los secretarios ejecutivos de los 32 Sipinna estatales, durante la sesión permanente de la Comisión de Secretarías Ejecutivas de Protección Integral de los Sistemas Nacional y de las Entidades Federativas, Constanza Tort San Román apuntó que la pérdida de uno de los padres “es uno de los acontecimientos más complejos que puede enfrentar una niña, un niño o un o una adolescente”.
Si bien –continuó– nadie podría prever el alcance de esta pandemia, nos corresponde como autoridades generar las condiciones para que este grupo poblacional cuente con la protección del Estado, y su pérdida no traiga consecuencias negativas en sus vidas.
Con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) aportados por su director general de Estadísticas Sociodemográficas, Edgar Vielma Orozco, se planteó que en México han perdido la vida por COVID-19, más de 250 mil personas.
De ellas, alrededor de 42 por ciento eran jefas o jefes de familia. En el Censo de Población y Vivienda 2020 se identificaron casi 38.3 millones de personas entre 0 y 17 años; 67.6 por ciento viven con ambos padres, 20 por ciento sólo con la madre y 2.1 por ciento únicamente con el padre; en tanto que 3.8 por ciento no habitan con sus padres.
Abundó que, respecto a la sobrevivencia de padre y madre en el 91.1 por ciento de los casos ambos padres viven, en 2 por ciento sólo vive la madre, 0.5 por ciento solamente el padre y 0.1 por ciento fallecieron ambos (hay aproximadamente 4 por ciento donde se desconoce el paradero de los padres).
Se desprende que 2.6 por ciento de la población de 0 a 17 años, aproximadamente 996 mil niñas, niños y adolescentes están en alguna situación de orfandad.
En 2020, de acuerdo con otros registros administrativos de Inegi como defunciones y nacimientos, la aproximación para identificar a niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad de madre, se estima que hay 6 mil 211 madres fallecidas (por tumores malignos, COVID-19, agresiones u homicidios) que han dejado alrededor de 9 mil personas entre 0 y 17 años huérfanas.
Constanza Tort San Román planteó que ante estos hechos, México requiere asumir acciones coordinadas para la atención integral de esta situación. Por ello, y con el propósito de contar con un primer mapeo de actores y acciones realizadas a favor de la identificación de niñas, niños y adolescentes en orfandad a consecuencia de COVID-19, se requiere el apoyo de los Sipinna locales.
Se expuso el caso de Quintana Roo, donde la Secretaría Ejecutiva del Sipinna estatal trabaja en coordinación con el Registro Civil para avanzar en la detección por nombre y posible ubicación de niñas, niños y adolescentes en orfandad por la muerte de uno o ambos padres por COVID-19.