Familias visitan panteones xalapeños

Hugo Garizurieta/Bertha López Aguayo, 1 de noviembre de 2019

Hugo Garizurieta

Ha llegado la fecha, primero de noviembre, se respira olor a cempasúchil y los recuerdos se atesoran en lo más profundo; desde muy temprano familias xalapeñas visitaron en su última morada a sus seres queridos con motivo de la celebración de Día de Muertos.

Y por supuesto, no se puede dejar a un lado que también es un día donde la tristeza aparece con frecuencia.

La mayoría de las tumbas del panteón Palo Verde  recibió su “manita de gato”.

Como dicta la tradición, es la fecha donde tiene que brillar e inundar de aroma la flor de muerto, los rezos se interpretan con el corazón, y el mariachi afina para entonar las mejores melodías, aquellas que a los difuntos les agradaban en vida.

Cada rincón del panteón Palo Verde es parte de una historia, aquí está el recuerdo y el sentimiento a flor de piel, aquí se llora, se ríe y se canta para los seres queridos que ya se nos adelantaron.

Las familias llegan hasta las tumbas con la esperanza, que en donde quieran que estén sus difuntos entiendan que ellos se van solo cuando el olvido los sepulta.

Bertha López Aguayo

Por su parte, en el Panteón Xalapeño se observó poca afluencia de personas que llegaban a limpiar y llevar flores a sus difuntos, no como en otros años, en que desde temprano, familias trabajaban en la tumba para dejarla bonita.

Otros sepulcros fueron limpiados con anticipación sin tomar en cuenta  las medidas de prevención: los floreros tenían agua, pese a la campaña que desde años anteriores pide que se use arena.

En tanto una pipa llenaba con agua las piletas para la limpieza, los trabajadores poco eran solicitados y los vendedores no tenían las ventas de otros años.

En el recorrido se observó que las lluvias tiraron algunos árboles que permanecían aún ligados a sus raíces, mientras las personas seguían llegando con coronas de flores artificiales.

Entre los costos de las flores que se incrementan y el clima los trabajadores que limpian tumbas, los comerciantes esperan que para el fin de semana la concurrencia sea mayor.