En nueve años, 15 mexicanos han muerto a manos de policías de EU
, 27 de enero de 2014
En los últimos nueve años, al menos 15 mexicanos han muerto a manos de agentes de diversas corporaciones policiacas de Estados Unidos, principalmente la Patrulla Fronteriza. Algunos de esos casos ya concluyeron sin acusaciones penales contra los oficiales.
Este 16 de enero se conoció la muerte del migrante mexicano Gabriel Sánchez Velázquez, presuntamente a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza, cerca de Douglas, Arizona.
Las autoridades de México han solicitado formalmente, a través del Consulado, deslindar responsabilidades, si bien el caso permanece en fase de integración y aún se desconocen los resultados de las investigaciones.
El 3 de febrero de 2005 se conoció la muerte de Juan Manuel Tejeda Quiroz, quien fue muerto por la policía local en Farmer Branch, Texas, luego del robo de un auto.
De acuerdo con información de la Cancillería mexicana, “los resultados (de la investigación) no establecieron ningún tipo de culpabilidad por parte de la policía”.
A manos de la Patrulla Fronteriza murió Julio César Yáñez Ramírez, el 19 de febrero de 2005, cerca de Nogales, Arizona. Aunque el migrante mexicano murió a causa de impactos de bala, según la fiscalía “no se tuvieron elementos suficientes para acusar al agente de homicidio”.
Un vehículo de la Patrulla Fronteriza arrolló a Agustín Gámez Campos el 21 de octubre de 2006en las cercanías de San Ysidro California, lo cual provocó la muerte del migrante. El informe sobre el particular que rindió la Policía de San Diego era favorable al policía.
Un policía de la Patrulla Fronteriza mató por impacto de bala al mexicano Guillermo Martínez Rodríguez el 30 de diciembre de 2005 en una zona entre San Ysidro y Otay, en California, lo cual provocó una condena pública del gobierno mexicano.
En un incidente relacionado con la policía local de Waukegan, Illinois, murió Roberto González Guzmán, el 3 de enero de 2006. Los hechos estuvieron envueltos en extrañas circunstancias.
Ismael Segura Méndez se resistió a un cateo el 14 de enero de 2006, al ser detenido por exceso de velocidad en Río Grande City. En consecuencia, fue herido de bala por un agente del Departamento de Seguridad Pública de Texas y posteriormente trasladado a un hospital donde murió. En junio del mismo año, el Fiscal decidió cerrar el caso.
Fermín Estrada Bautista murió en marzo de 2006 porque un policía de Shelbyville, Tennessee, le disparó en la cabeza aparentemente sin motivo. La investigación se entrampó porque el Departamento de Policía de Shelbyville no entregó el informe solicitado.
A Iván Ariza Guajardo lo mataron policías de Las Vegas el 1 de enero de 2007, luego de que los agentes acudieron a su domicilio, ante un reporte de violencia doméstica. El mexicano intentó enfrentar a los policías con un instrumento punzocortante y los oficiales lo mataron a balazos.
Cuando intentaba ingresar sin documentos a Estados Unidos, el 12 de enero de 2007, el mexicano Francisco Javier Domínguez Rivera fue muerto a balazos por un agente de la Patrulla Fronteriza de la Estación Naco, en el condado de Cochise, Arizona.
El 10 de febrero de 2007, Noé Rojas Godínez murió baleado por policías de San Diego, luego de que intentó huir al ser detenido tras pasarse un semáforo en rojo.
Otro agente de la Patrulla Fronteriza mató con arma de fuego al connacional Ramiro Gámez Acosta el 26 de marzo de 2007, en un incidente en el que estuvieron involucrados traficantes de indocumentados armados, en Caléxico, California.
Dos oficiales del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles estuvieron involucrados en el homicidio del mexicano Jaime Flores, el 2 de abril de 2007 en la ciudad de Inglewood, California. Al momento de morir, el mexicano se encontraba ebrio y portaba una pistola de plástico.
Elier Rodríguez Escamilla murió el 25 de julio de 2007 a causa de las descargas eléctricas que le aplicó un policía del Sheriff del Condado de Gwinnett, Georgia. A petición de sus familiares, el policía trataba de tranquilizar a Elier, quien se encontraba ebrio y muy agitado en la vía pública.
Por último, el 8 de agosto de 2007, José Alejandro Ortiz Castillo intentó entrar sin documentos a El Paso, Texas. Un agente de la Patrulla Fronteriza Sector El Paso, en Texas le dio cuatro balazos en circunstancias poco claras.
De hecho, tras recibir los disparos José Alejandro volvió a México, donde murió finalmente.