El espionaje abre la puerta a la censura y a los asesinatos: Loret de Mola
Fermín Ramírez, 20 de junio de 2017
México.- Con el espionaje “se abre la puerta a la intimidación, el acoso, la censura, los despidos, el secuestro, las desapariciones, los asesinatos, la impunidad que favorece que nada de esto se investigue, que nada de esto se castigue”, afirma el periodista Carlos Loret de Mola en su columna Historias de Reportero que publica este día en el periódico El Universal, con el titulo “#GobiernoEspía. Mi testimonio”.
Confidente privilegiado de fuentes gubernamentales, como el mismo periodista lo refiere frecuentemente en sus espacios informativos en prensa escrita y medios electrónicos, la voz de Loret de Mola da nota cuando se le observa en el horizonte mediático al lado de Carmen Aristegui y defensores de derechos humanos en una denuncia común de la gravedad que reviste el hecho revelado este lunes por el diario estadounidense The New York Times en el sentido de que el gobierno mexicano espía a activistas y comunicadores, mediante el software conocido como Pegasus, el cual usan autoridades gubernamentales para el combate a bandas criminales o terroristas.
“En un momento en el que los periodistas en México pagan con sus vidas las denuncias que publican, podría parecer menor el espionaje. No lo es. Porque por el espionaje se abre la puerta para que lleguen más lejos: la intimidación, el acoso, la censura, los despidos, el secuestro, las desapariciones, los asesinatos, la impunidad que favorece que nada de esto se investigue, que nada de esto se castigue”, escribe el periodista.
Agrega que la revelación del espionaje es conveniente a quienes lo ejercen, pues, “seguro quieren que sepamos que nos están espiando. Quieren hacernos sentir vulnerables. Que sepamos que saben de nuestros hijos, de nuestra vida privada, de nuestro trabajo, de los temas que investigamos, de las fuentes con las que hablamos”.
Advierte que “hay que ser precavidos al extremo, ante este clima de temor e inseguridad para todos los que buscamos difundir verdades incómodas”, al tiempo que expresa su solidaridad “con todos –periodistas, activistas, defensores de derechos humanos– quienes han sido objeto del mismo atropello”.
Loret de Mola considera que el intento de espionaje en su caso inició “cuando revelé la ejecución extrajudicial de decenas de civiles a manos de la policía Federal en Tanhuato y otros expedientes”.
Detalla que hace dos años comenzó a recibir en su celular mensajes de texto inusuales: que debía dinero en su tarjeta de crédito, que había hecho un retiro de efectivo, que se reportaba la desaparición de un estudiante de la UNAM. “Siempre, con un vínculo para dar clic”. Los mensajes fueron varando y se hicieron más sofisticados y personales.
A la pregunta que se hace de quien estaría interesado en sus mensajes, llamadas, correos, contactos, calendario, y en activar el micrófono y la cámara de su teléfono para escucharlo y verlo todo el tiempo, el mismo Loret de Mola responde: “Todas las sospechas apuntan al gobierno federal mexicano, según el informe publicado por The New York Times, que recoge lo investigado por el Citizen Lab de la Universidad de Toronto en colaboración con la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Social Tic y Artículo 19, y que puede consultarse en https://r3d.mx/gobiernoespia”.
Agrega que, pese a la negativa de espionaje del gobierno mexicano, “los expertos en forense digital tienen pocas dudas de que haya sido la administración Peña Nieto”.