El Cerro del Macuiltépetl también cumple 40 años como Parque Ecológico
Héctor Juanz, 11 de enero de 2020
Xalapa, Ver.- El 6 de enero de 1980, luego de inaugurar las instalaciones de Radio Televisión de Veracruz, el presidente José López Portillo se trasladó del Cerro de la Galaxia al Cerro de Macuiltépetl para inaugurarlo como «Parque Ecológico».
Aunque casi dos años antes ya había sido declarado Área Natural Protegida, dedicada a la recreación y a la educación ambiental, fue a partir de dicha fecha, de la que ya se cumplieron 40 años, que el Parque Ecológico Macuiltépetl brinda a sus visitantes múltiples bondades: recreación familiar, un espacio idóneo para ejercitarse y tener el contacto directo con el entorno natural que le queda a Xalapa.
«Ya con una infraestructura, sistema de adoquinado, con una cafetería arriba, con el mirador, con el teocali que era la casa de arte donde ahora estamos en el Museo de la Fauna, la pirámide y dos tres atractivos más, pues ya se constituye como un verdadero parque ecológico», explicó el Director del Patronato del Parque Ecológico Macuiltépetl, Sergio Humberto Aguilar Rodríguez.
El cerro de Macuiltépetl ha tenido varias etapas: fue al inicio un bosque primigenio con el ecosistema de bosque de niebla, compuesto mayormente por encinos; después se deforestó por la demanda de carbón que había en Europa durante la época de la Revolución Industrial, después quedó el cerro pelón y se hizo el camino que creó William K Boone, famoso norteamericano que fue adoptado por los xalapeños, agregó.
Los senderos del llamado «quinto cerro» son recorridos diariamente por cientos de personas que consideran a este lugar un espacio mágico que lo sana prácticamente todo.
A sus 87 años, Enrique Pérez Domínguez no deja de subir diariamente el Macuiltépetl. Lleva alrededor de 30 años ejercitándose bajo la sombra de estos árboles. Antes corriendo tres vueltas y media y ahora caminando, haciendo cerca de mil abdominales y bailando zumba.
Así dan su testimonio otras personas que corriendo o simplemente caminando en este lugar dejan atrás la depresión y otros síntomas físicos.
«Me estoy cinco horas todos los días. Es muy bonito, hay muchas cosas que ver, muchas cosas que aprender y sobre todo que hay mucha cordialidad, mucha amistad con todos los compañeros que vienen cerrito. Yo les aconsejo que vengan porque es una cosa maravillosa» dijo
Enrique Pérez Domínguez, corredor de este Parque Ecológico Macuiltépetl.
Claudia Cervantes, quien también se ejercita en este espacio dijo: «Yo llegué aquí por triglicéridos altos. Desde que vengo yo no padezco mi de presión alta, ni de triglicéridos ni nada de eso. Las depresiones aquí se curan. Los árboles son bien efectivos».
«Tiene como cinco meses que empecé a venir y la verdad me siento muy bien. Tomaba pastillas para dormir, dejé las pastillas, los nervios se me han retirado porque esto a mí me funciona muy bien. La verdad de Dios, es un medicamento para todos los que venimos a caminar», agregó Margarita Ubaldo Martínez, vecina de la colonia Progreso Macuiltépetl y quién acude a este lugar a caminar.
Este parque cuenta con diferentes proyectos ambientales entre sus atractivos, que se desarrollan y comparten a quienes visitan o pasan por el Museo de la Fauna ubicado a un costado del mirador, casi en la cima del cerro.
«Tenemos una colección de reptiles, en la parte de adentro, son reptiles meramente del estado de Veracruz, las aves también. Hay algunas que son de zonas costeras, otras de zonas templadas, hablando del Cofre de Perote y Puebla y la convivencia que pueden tener en este parque con estos animales es desde tomarse fotos, poder tomarle fotos a ellos en sus perchas, tomarse fotos con ellos, cargándolos como lo estoy haciendo ahorita, darles de comer,, hacerles unos vuelos enfrente o en el mirador», explicó Victor Uriel Díaz Fisher, encargado del Museo de la Fauna
En el Parque Ecológico Macuiltépetl hay 520 especies de flora, de las cuales, 75 son de árboles de bosque de niebla y especies introducidas. La mayoría, casuarinas. Las serpientes que abundan son falsos coralillos, no venenosas y se pueden observar colibríes y ardillas que se alimentan en los troncos.
Cuenta una zona de parrillas, juegos infantiles, una pirámide donde hacen mal restos de personajes ilustres en el estado y desde su mirador se observa parte del sur de la ciudad y sus alrededores. Además guarda historias, leyendas y un sin fin de experiencias que obligan su visita.