Crecimiento urbano y pavimentación generan estrés hídrico en CDMX y LA
Notimex, 7 de febrero de 2020
México.- El crecimiento de las poblaciones urbanas y la pavimentación de grandes superficies en la Ciudad de México y Los Ángeles han causado que éstas pierdan la capacidad de capturar agua del subsuelo y abastecer a sus habitantes; lo que las coloca entre las principales ciudades con estrés hídrico.
En 2019, ambas ciudades del Continente Americano aparecieron en un listado que se desprende del informe del Instituto de Recursos Mundiales llamado “Inasequible e irrevocable: repensar el acceso al agua en las urbes del sur global”, en el que las coloca como las más vulnerables ante la escasez del vital líquido.
En este sentido, el profesor de ecología vegetal en el Departamento de Ciencias de Botánica y Plantas de la Universidad de California, Riverside, Exequiel Ezcurra, mencionó que este concepto fue adoptado por algunos urbanistas, quienes ven a las ciudades como grandes organismos y resulta ser una metáfora muy poderosa.
“Una persona puede entrar en un estrés emotivo o cardiovascular y haciendo la extensión a esta metáfora de la ciudad como organismo vivo, se usa la palabra estrés hídrico para indicar que la ciudad está consumiendo muchos más recursos de agua de lo que puede proveer sustentablemente y es un problema muy serio”, detalló Ezcurra.
Expresó que el crecimiento de las ciudades inhibe la capacidad para que capturen agua, por lo que las obliga a traerla de otras fuentes para poder abastecerse. “Esto ocurre mientras que el agua de lluvia que cae en la ciudad es eliminada al mar después de escurrir por pavimentos o calles, donde se llena de aceites y contaminantes”.
El reconocido investigador mexicano señaló que en 1910 las estadísticas indicaban que de toda el agua de lluvia en la Cuenca de Los Ángeles, el 90 por ciento penetraba al suelo y recargaba los mantos acuíferos y el otro 10 por ciento escurría por ríos y salía al mar en ese momento.
Mientras que en la actualidad ocurre exactamente lo contrario, ya que del 100 por ciento del agua de lluvia que llega a la ciudad estadunidense, el 90 por ciento se escurre al mar en unas pocas horas y solo el 10 por ciento recae en los acuíferos, dijo.
Ezcurra explicó que para resolver el abastecimiento en Los Ángeles recurren a los ríos Colorado y Sacramento, misma situación ocurre en la Ciudad de México con la cuenca del Lerma y sistema Cutzamala.
“Entonces lo que está pasando es que las grandes ciudades que antiguamente capturaban el agua de la ciudad, ahora la llevan hacia afuera e involuntariamente evitan la recarga de los acuíferos”, subrayó.
Ante esta situación, el investigador mexicano destacó que esto supone un problema muy serio porque cada vez se expulsa más agua de lluvias al mar y se bombea más de otras cuencas.
“Tenemos un problema extremadamente serio de insustentabilidad hídrica que honestamente no sé cómo vamos a resolver, pero sí hay medidas que pueden ayudar pero se necesita comprometerse y mantener una política congruente que atienda la problemática durante 20 o 30 años”, resaltó.
El reconocido científico y consejero de WWF-México concluyó que se requiere una visión y compromiso a largo plazo que vaya más allá de una coyuntura para resolver el problema del agua en las ciudades.