Corazón contento, 79% de la población es feliz
Excélsior, 13 de enero de 2014
Como ha sido la pauta en los últimos siete años, el mexicano se sigue sintiendo feliz. La familia se sostiene como la fuente principal de satisfacción con la vida y, junto con la salud y los logros personales, consigue compensar los sinsabores causados por los políticos, la economía y la inseguridad. No obstante, ceden las expectativas optimistas sobre la felicidad que gozarán las futuras generaciones y los problemas económicos son fuente de infelicidad para casi la cuarta parte de la población, revela la más reciente encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior.
La mayoría (gráfico 1) sigue considerando que lleva una existencia con felicidad (79%); 64% se dice feliz y 15% muy feliz. Estos sentimientos están prácticamente igual de extendidos que hace siete años. La familia se mantiene como la principal razón (gráfico 2), seguida por la salud y creer que se cuenta con todo lo que se necesita. Pocos se definen como personas no muy felices o nada felices (20%), situación atribuida principalmente a una mala situación económica.
Para ocho de cada diez su vida ha sido positiva hasta el momento; esto es, buena (62%) o muy buena (21%). En su existencia, la familia y los hijos en particular han sido la fuente de felicidad más común, concentrando más de la mitad de las menciones. La muerte de un ser querido y últimamente los problemas económicos (gráfico 3), por el contrario, han constituido las razones más comunes que más infelicidad han provocado.
Para ser más felices, los mexicanos desearían gozar de salud, tener trabajo o contar con uno mejor y, en segundo término, mayor estabilidad económica y mejor convivencia familiar.
Existe una generalizada satisfacción con la vida (mucha, 49%; bastante, 38%), pese a que no ha sido fácil. En efecto, para 52% las cosas se han presentado algo o muy complicadas (gráfico 4). No obstante, se tiende a pensar que la vida le ha dado a uno más de lo que se merece por el esfuerzo realizado (51%).
Si bien el mexicano se siente feliz, las expectativas de felicidad para las nuevas generaciones son menos optimistas. Mientras a fines de 2007 dos tercios creían que los niños contaban con mayores oportunidades de ser felices que ellos, ahora esa proporción ha bajado a la mitad. Por el contrario (gráfico 5), la cifra de quienes piensan que los niños tienen menores posibilidades se ha duplicado en ese lapso al pasar de 16% a 33%.
El estado general de felicidad que comparte la mayoría enfrenta una diversidad de factores que podrían dar al traste con esa satisfacción. Los asuntos relacionados con la política y el gobierno son elementos que no hacen feliz a la gente.
La amplia mayoría (gráfico 6) dice estar poco o nada feliz con su gobernador, diputados y senadores, con el Presidente y con la situación política en general. De igual manera, las condiciones de seguridad pública son fuente de insatisfacción generalizada. El estado de la economía no hace feliz a la población. Tampoco gusta la manera de ser de la gente en el país.
Por la particularidad de este año 2014 en que se juega el Mundial de Futbol, vale mencionar que los altibajos de la selección nacional no generan tanta consternación: la actuación del equipo causa infelicidad a un sector, pero otros la ven con indiferencia. La familia, los logros personales y la salud superan las mortificaciones que la política, la inseguridad y la economía causan.