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Confinamiento y exigencia en rendimiento escolar está provocando ansiedad depresiva en infantes y adolescentes

Mahaleth Guevara Alamilla, 28 de abril de 2021

Veracruz, Ver.- Los trastornos relacionados con la salud mental han aumentado durante la contingencia sanitaria por el COVID-19.

El confinamiento en casa aunado a la exigencia en el rendimiento escolar está provocando trastornos de ansiedad depresiva en niñas, niños y adolescentes, los casos pueden complicarse cuando se detecta que la o el menor padece Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) explica Jaqueline Cortés Morelos, Paidopsiquiatra.

“Todavía les va a costar mucho más trabajo poner atención a un monitor pequeño, sea de una lap top o una computadora o un celular, no es nada raro que esto le complique tomar sus clases en línea; qué es lo que sucede, que al no poder estar quietos frecuentemente son víctimas de las emociones expresadas de los regaños, les cuesta mucho trabajo porque tienen un ambiente que les distrae fácilmente, cada regaño, cada llamada de atención, cada expresión negativa que pueda en algún momento dado sentir al niño rechazado, va mermando su autoconcepto, va mermando su autoestima y esto puede generar algún tipo de sintomatología ansioso depresiva”.

A nivel mundial el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) tiene una prevalencia del 5 por ciento en niñas, niños y adolescentes, en México no existen cifras concretas sobre esta enfermedad, sin embargo, la Secretaría de Salud reporta que el 16 por ciento de la población entre los 3 y 12 años de edad presentan algún tipo de trastorno mental, de los cuales la mitad de esta población requiere atención especializada.

Este trastorno se manifiesta en conductas relacionadas con la falta de atención, hiperactividad e impulsividad, estos síntomas pueden detectarse antes de los 12 años, detalla Gabriela Cortés Meda, paidopsiquiatra.

“Generalmente van a cometer algunos errores por no poner atención a los detalles, es difícil que sigan algunas instrucciones dependiendo de la edad, evitan lo que les condiciona esfuerzo mental como algunas tareas escolares, tienden a ser olvidadizos, perder cosas de uso habitual como sus cuadernos; por otro lado, tenemos los síntomas relacionados con hiperactividad, impulsividad, estos suelen ser más evidentes porque impactan en la conducta, algunos de ellos son por ejemplo: que se mueven y hablan en exceso, están hablando en las clases, interrumpen o se entrometen en actividades o en la plática de otros, tienden a ser impacientes, por lo que llegan a precipitar respuestas, incluso antes de que se termine de hacer la pregunta y se les dificulta esperar su turno”.

La detección de estos síntomas puede ser difícil, cuando predomina alguno de ellos, al sospechar es importante buscar ayuda profesional para tener un diagnóstico y brindar atención oportuna y favorecer en el desarrollo integral del paciente.