Con más de 200 de años, las Fiestas de La Candelaria, una tradición más que viva
, 29 de enero de 2014
Cuando un personaje de apellido Rivadeneira obsequió a los habitantes de San Cristóbal Tlacotalpan una imagen de la Virgen de La Candelaria, nació una de las celebraciones mas importantes de todo México, y a lo largo de más de 200 años continúa congregando a propios y extraños en una celebración colectiva en la que aún perviven elementos de las fiestas originales.
El cronista de la ciudad, Álvaro Zarrabal Caldelas, explicó que Tlacotalpan fue fundada en las primeras décadas del siglo XVI, con la llegada de los españoles a esta región, comandados por Pedro de Alvarado, quien tiempo atrás había creado la ciudad y puerto de Atziztintla, que hoy lleva su nombre, Alvarado, pero que debido a la piratería decidieron recorrer la zona y se asentaron en esta parte por contar con un río navegable.
Originalmente, Pedro de Alvarado dejó a San Cristóbal como Santo Patrono, esa es la razón por la que Tlacotalpan cuenta con dos iglesias alrededor del parque central y la convierte en la única ciudad del país con esta característica.
Para el siglo XVII, la población española asentada en este municipio ya era numerosa, por lo que la actividad portuaria fue trasladada de Alvarado a esta localidad. Era una época de intensa actividad comercial de madera, ladrillos y tejas con otros países y con el mismo puerto de Veracruz, señaló.
La actividad de las haciendas, como Estanzuela y el Zapotal, fue lo que originó la prosperidad económica de Tlacotalpan. En esa época, el nombre de la ciudad era San Cristóbal Tlacotalpan, recordó el cronista.
A mediados del siglo XVIII, un personaje de apellido Rivadeneira obsequió a la ciudad una imagen de la Virgen de La Candelaria, por lo que bautizaron a este territorio como Isla de Candelaria y desde entonces fue considerada como la nueva patrona del lugar.
“Desde esa época, allá por 1773, se edificó el templo de la Virgen de La Candelaria y desde entonces, ese ha sido su templo y efectivamente, también desde esas fechas es considerara la patrona de Tlacotalpan”.
Las Fiestas de La Candelaria se hacen efectivamente en torno a ese acontecimiento. El paseo por el río de la Virgen es una tradición prehispánica en la que los nativos hacían recorridos por el caudal del Papaloapan con la imagen de Chalchiutlicue, que era, en la mitología mexica, diosa de los lagos y corrientes de agua, patrona de los nacimientos, considerada también como la más importante protectora de la navegación costera en el México antiguo.
“La razón del paseo era que bendijera las aguas y les ayudara a tener mejores resultados en la pesca, así lo hacían y esa costumbre continuó hasta nuestros días, pero ahora con la Virgen de la Candelaria” apuntó Zarrabal Caldelas.
El homenaje a la Virgen, entonces, inicia a mediados del siglo XVIII el dos de febrero, fecha de la llegada de La Candelaria a Tlacotalpan, por eso las celebraciones concurren así.
En los inicios, las fiestas incluían peregrinaciones con los mayorales de las haciendas que traían a sus familias a adorar a la Virgen.
Llegaban a caballo desde distintos puntos de la región y por las calles principales del poblado. Llegaban ataviados con la indumentaria jarocha, el vestido cotidiano, campesino, propio de toda la región del Papaloapan y de esa manera surge entonces lo que hoy conocemos como la cabalgata.
Actualmente la celebración conserva en mucho el modo en el que nuestros ancestros festejaban a La Candelaria. “Pervive el fandango, la cabalgata, el desembalse de toros, que en su orígenes era la diversión de jugar con ellos, sin violencia ni agresiones, también los instrumentos musicales como jarana y requinto siguen siendo los básicos para el baile”.
Indicó que en la historia hay un tema a discutir: los toros. Algunas versiones registran que los peregrinos llegaban el día 31 enero y el 1 de febrero jugaban con los toros, imitando la tradición de Pamplona, ello, debido al gran asentamiento español en la región.
Otra, que señala que simplemente fue un recurso de entretenimiento de los propios mayorales de las haciendas, sin que obligadamente fuera una copia de lo que ocurre en las fiestas de San Fermín, en Pamplona, España, el seis de julio de cada año.
Sea cual fuera el origen de los toros, hoy, es uno de los espectáculos más controvertidos y también uno de los que más público congrega en las festividades. Este año, el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Tlacotalpan han creado un reglamento que sancionará a quienes intenten excederse o maltratar a los animales. Se trata de una medida que ha sido recibida con gusto entre buena parte de la población.