Con danzas y peregrinaciones celebra Actopan a la Virgen de Guadalupe

Héctor Juanz, 12 de diciembre de 2019

Actopan, Ver.- Desde hace 33 años la fe motiva a los actopeños a participar en la carrera Rosa Guadalupana, que parte el día 9 de diciembre de la cabecera municipal de Actopan a la Ciudad de México.

Al otro día, la mañana del 10, los peregrinos llegan corriendo en relevos a la Basílica de Guadalupe y participan en una misa. El 11, tras un par de escalas vuelven y llegan a Xalapa a la Basílica Menor, en el barrio de El Dique donde nuevamente se encomiendan a la virgen de Guadalupe y parten de regreso a Actopan a las 5 de la mañana del 12 de diciembre.

«Este año hubo más participación de muchos chamacos y jóvenes. Es bonito porque se ve que hay más intención», destacó Miguel Ángel Rivera Velásquez, quien este año estuvo a cargo de esta carrera.

Entregando su esfuerzo cansancio y desgaste es como los habitantes de este pueblo manifiestan igual que otros pobladores del estado y del país, su devoción a la Virgen María de Guadalupe.

A sus 13 años, José Alberto Sánchez Sarabia corrió y caminó por primera vez 5 horas en esta peregrinación, acomodado por un tío.

Fueron 90 participantes, de los cuales 62 son corredores. Este año se integraron habitantes de algunas congregaciones como Buena Vista, La Caña y Ranchito.

Los peregrinos son acompañados por familiares y vecinos, entre estos médicos que se trasladan en camiones de carga donde descansan por grupos algunos corredores. En el otro camión y demás vehículos viajan los cocineros que alimentan a los devotos y otras personas que los resguardan durante los cuatro días.

«En el camino siempre hay un riesgo, entonces para no dejar solo al corredor se le acompaña», agregó. Hasta ahora no han sufrido accidentes.

Al llegar al pueblo en procesión son recibidos por familiares y la comunidad y se congregan frente a la parroquia San Francisco de Asís, donde participan de una misa.

Al terminar dicha celebración, los feligreses de Actopan siguen dando muestras de fe, entrega y cariño a la virgen, danzando por todo el pueblo cantos y canciones de devoción guadalupana. Las mujeres ataviadas con faldas largas y de colores y blusas bordadas y usando reboso; los varones con camisa y pantalón corto de manta, cargando a la espalda huacales o portando flores, haciendo alusión a Juan Diego, a quien se le habría aparecido la virgen de Guadalupe, según la fe y tradición en nuestro país.

Desde que tenía 9 años, Lorenzo Gerón Cano «Lencho» como aquí lo conocen, enciende y lanza los cohetes de arranque que acompañan la procesión guadalupana. Es común verlo atrás, con su cigarro encendiendo la mecha de los cohetes que indican la dirección de esta procesión.

«Los echaba hasta con la boca. Cuando tomaba yo, los echaba yo con la boca, pero se enojó mi mamá y me dijo que ya no los volviera a echar, que si me veía echando cohetes con la boca, ya no me iba a dejar, entonces ya no volví a echar», contó.

De esa forma, cada 12 de diciembre ofrendan así sus tradiciones a la virgen morena del Tepeyac a quien guardan especial devoción.