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Cineastas encuentran en nota roja inspiración para retratar la realidad

Cineastas encuentran en nota roja inspiración para retratar la realidad

Maricruz González May (Notimex), 3 de septiembre de 2017

México.- Reconocidos cineastas como Enrique Rosas, Luis Buñuel, Felipe Cazals y Arturo Ripstein, así como Tatiana Huezo y Everardo González, entre otros, han recreado películas a partir de casos de nota roja aparecidos en los periódicos.

Se sabe que su interés se centra en dar en la pantalla grande un contexto de hechos en los que se han visto inmiscuidos como Elvira Luz Cruz, Las Poquianchis, “Goyo” Cárdenas, y muchos más, que han dejado huella en la industria fílmica nacional.

Al respecto, el escritor e investigador cinematográfico Rafael Aviña, refirió que estos hechos son de gran interés para el público cinéfilo porque ahondan en peculiaridades que las crónicas cotidianas, llamadas nota roja, no exponen en su totalidad. Por ejemplo, qué fue del llamado estrangulador de Tacuba, Gregorio «Goyo» Cárdenas, durante y después de su encarcelamiento.

«Es algo así como dime cuál es la nota roja y te diré en qué país vives. Creo que toda la situación de violencia y criminalidad habla de la situación tan deplorable de un país» y el cine cumple su función de retratar la realidad», expuso el autor del libro «Asesinos seriales. De la nota roja a la pantalla grande».

Tras mencionar que el cine basado en la nota roja no vive un «boom» sino como desde siempre genera interés en algunos creadores, el también docente en la Universidad Autónoma Metropólitana y la Universidad Intercontinental, sostuvo que hablar de nota roja no es referirse sólo a homicidios sino también a robos, estafas, actos delictivos, acoso, etcétera, y que siempre ha sido parte del folclor mexicano.

Reiteró que el cine tiene la idea de recuperar la realidad a través de la ficción aunque jamás vaya a alcanzar las cuotas de violencia real que se dan. «Sin embargo, hacerlo lo más real posible hace que el espectador se sienta más conectado», anotó Aviña.

De acuerdo con el experto, uno de los ejemplos más antiguos del cine basado en nota roja es «El automóvil gris», película silente dirigida por Enrique Rosas, que data de 1919.

El filme, protagonizado por un policía verdadero (Juan Manuel Cabrera) y con imágenes verídicas del fusilamiento de ladrones, da cuenta de cómo estos hombres robaban casas lujosas de la ciudad aún revolucionaria, utilizando órdenes de cateo expedidas por altos mandos militares de la época.

Otros de los títulos más sobresalientes son «Ensayo de un crimen», de Luis Buñuel, basada en el asesinato de una mujer, y la última que el cineasta español filmó en México, así como «Santa sangre», de Alejandro Jodorowsky, inspirado en la historia de Gregorio Cárdenas Hernández, un asesino serial que causó polémica por haber estudiado derecho en la cárcel y posteriormente defenderse y salir libre.

La historia de «Goyo» también sirvió como base para la cinta «El profeta Mimí», de José Estrada, que protagonizaron Ignacio López Tarso y Ana Martin.

«Es una versión muy interesante del hecho, porque en la década de los 40 asesinó a cinco prostitutas y a una mujer que era su ‘novia’. Él era un brillante estudiante de química que desde prisión se defendió y salió de la cárcel en los años 70, tanto, que al estar en libertad fue invitado a la Cámara de Diputados», refirió Aviña.

Es de mencionar que uno de los cineastas que más recurre a la nota roja para sus guiones cinematográficos es Arturo Ripstein, quien recientemente estrenó «La calle de la amargura», película inspirada en la historia de la banda de «Las Goteras», mujeres que seducían a hombres en bares y luego les ponían gotas para los ojos en el alcohol para robarles sus pertenencias.

Entre sus víctimas destacan los miniluchadores «La parkita» y «Espectrito Jr.», quienes murieron en un cuarto de hotel en la delegación Cuauhtémoc.

Además de esta cinta que se estrenó en 2015 en el festival Internacional de Cine de Venecia, Ripstein ha dirigido «Lecumberri, el Palacio negro «, «Profundo Carmesí» y «Santo oficio», todas inspiradas en casos reales, hechos delictivos y criminalidad, agregó Aviña.

Mención especial merece su película «El Castillo de la Pureza», en la que se cuenta la historia de la familia Luna en el México de los 50, que permaneció encerrada durante varios años por la paranoia del jefe de familia.

La trama, con guión original de José Emilio Pacheco, está basada en la historia de Rafael Pérez Hernández, un sujeto que mantuvo encerrados a su esposa y seis hijos durante 15 años para alejarlos de los malos hábitos del exterior.

Otro cineasta recurrente a la nota roja es Felipe Cazals, director de cintas como «Canoa» y «Las Poquianchis», esta última cuenta la historia de cuatro hermanas, Delfina, María de Jesús, Carmen y María Luisa González, quienes construyeron un gran imperio criminal en Guanajuato, secuestrando, prostituyendo y asesinando a jóvenes.

Sobre «Canoa», mencionó Rafael Aviña, es una alegoría de lo que pasaría en la Plaza de las Tres Culturas el 2 de octubre de 1968. Sin embargo, es un hecho real que el cura de San Miguel Canoa incitó a que la población linchara a un grupo de jóvenes empleados de la Universidad Autónoma de Puebla, por ser supuestos agitadores comunistas.

«Las muertas», de Jorge Ibargüengoitia, caso criminal que secuestraban a jovencitas para prostituirlas; «El Tigre de Santa Julia», de Arturo Martínez, basada en la historia del bandido José de Jesús Negrete Medina, y «Masacre en el Río Tula», de Ismael Rodríguez Jr., que retrata la deshonestidad y corrupción de los cuerpos policiacos, son otros de los títulos basados en la nota roja.

El caso de Elvira Luz Cruz, una mujer que, en 1982, por falta de dinero para darles de comer, mató a sus cuatro hijos, sirvió de inspiración para que las cineastas Danna Rotberg y Ana Diez Díaz, levantaran un documental con su historia de vida.

El cortometraje ganador de múltiples premios, entre ellos el Ariel, reúne una serie de testimonios de las personas allegadas al caso: vecinos de Elvira, del papá de sus hijos, de su suegra, su psicóloga y la abogada defensora.

De reciente manufactura destaca «Tempestad», de Tatiana Huezo, que, a decir del investigador y crítico de cine, explora una situación terrible y brutal de manera sutil para trasladar al espectador en una realidad casi surrealista y al mismo tiempo impactante y conmovedora.

«Tempestad» documenta dos casos de injusticia contra dos mujeres sumergidas en el dolor. Miriam es recluida en una cárcel controlada por el crimen organizado, mientras que Adela busca a su hija desaparecida.

A decir del investigador egresado de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de México Campus Xochimilco, se trata más que de una denuncia, un acto de mostrar lo atroz de la contemporaneidad sin caer en clichés.

Otra cinta que ha causado polémica por lo interesante que resulta su exploración sobre las historias de víctimas y victimarios del crimen organizado, es «La libertad del diablo», de Everardo González, quien al igual que Huezo han marcado un parteaguas en el cine basado en la nota roja.

González retrata a partir de testimonios de víctimas y victimarios como se ha insertado el fenómeno de la violencia dentro del inconsciente colectivo de la sociedad.

«Presunto culpable», un éxito taquillero que muestra la ineptitud del sistema penitenciario y la corrupción existente, a través de la historia de José Antonio Zúñiga, quien fue acusado de homicidio, detenido y encarcelado sin las pruebas suficientes.

El filme, dirigido por Roberto Hernández y Layda Negrete, ha sido el documental más exitoso en la historia del Cine Mexicano y se convirtió en un hecho mediático no sólo por la aglomeración en las salas sino por las reacciones que provocó entre los involucrados, entre demandas contra los realizadores y opiniones encontradas sobre si es correcto o no filmar un juicio.

«No es que estén viviendo un ‘boom’ las películas basadas en la nota roja, siempre han existido y cómo no hacerlo cuando se presentan tantos casos interesantes para la cinematografía», concluyó el experto.