PC recomienda acciones preventivas por cambios climáticos de transición estacional
Luis Antonio Luna Ortega, 12 de marzo de 2024
Xalapa, Ver.- Al encontrarse la geografía veracruzana en una etapa de transición de temporada invernal a primavera, los cambios en el clima son constantes y por ello hay que estar siempre prevenidos con el uso de abrigo y paraguas, por si llueve o si hace frio protegerse y caso extremo si hay onda de calor tener sombra que impida una descompensación.
Ropa de abrigo, paraguas y protector solar son artículos que debemos tener siempre en las mochilas de uso diario además de una hidratación constante, se trata de las acciones que recomienda la Secretaría de Protección Civil en esta temporada de transición de invierno a primavera, donde los cambios climáticos son extremos en corto tiempo, comenta el enlace de comunicación social de la secretaría Enrique Silva.
“Una cuestión de deshidratación se atiende de manera preventiva tomando agua. Rehidratar con otro tipo de productos se hace cuando se presentan cuadros más graves. Es importante prestar atención a algunos signos tempranos de la deshidratación como labios resecos, sed, pero sobre todo un síntoma que a veces pasamos por alto es la desorientación”.
Otro de los temas frecuentes en esta temporada es el registro de incendios forestales que siguen siendo generados principalmente por la mano del hombre, por lo que explica lo siguiente:
“Cuando realicemos alguna quema agrícola, demos aviso a las autoridades municipales para que tengan conocimiento de esta actividad y en el caso de que se llegue a registrar una emergencia ya tengan conocimiento de dónde se está realizando una quema y a dónde acudir; también es conveniente que la quema agrícola no la realice una sola personas sino que haya un acompañante en caso de que el fuego se llegue a descontrolar, para que haya quien haga una llamada de emergencia”.
Por último, recordó que ante un incendio incipiente es necesario alertar a las autoridades municipales a la par de llamar al 800 incendio y 911 como mecanismos con los que se pueden reducir los efectos de los incendios con una pronta respuesta al uso del fuego.
