Realizan el conversatorio “El Depósito Legal en México”, en la FIL de Palacio de Minería
Agencia de Noticias RTV (Cámara de Diputados), 3 de marzo de 2024
Al dar la bienvenida a los asistentes, María Vázquez Valdez, directora de Bibliotecas de la Cámara de Diputados, explicó que el Depósito Legal “es una norma jurídica que conmina a personas físicas y morales a realizar la entrega de cierto número de ejemplares a las bibliotecas depositarias, que son tres en todo México: la Biblioteca Nacional de la UNAM, la Biblioteca de México y la Biblioteca del Congreso”.
“El Depósito Legal es una figura jurídica a favor del pueblo, a favor de todos nosotros para construir la memoria nacional y para preservar lo que se produce en la nación”, añadió.
Por su parte, la diputada María Teresa Ochoa Mejía (MC), integrante de la Comisión Bicamaral del Sistema Nacional de Bibliotecas del Congreso de la Unión, destacó la pertinencia e importancia de que las editoriales entreguen las publicaciones a las tres bibliotecas depositarias de México, para la conservación de la memoria del país.
“Y hoy el tema, que para mí reviste más importancia ante la dinámica que viene, es el tema digital, porque requiere de conservación; la tecnología está cambiando constantemente, antes eran cassettes, después CDs, USB y, hoy, se manda a la Nube”, expresó.
Comentó que los autores de los libros en ocasiones han externado inquietudes por el tema de derechos de autor, “pero todo se tiene que hacer legal, y pues creo que desde el Congreso, algo que es muy importante es revisar la Ley General de Bibliotecas de forma conjunta”.
Rodrigo Borja Torres, director general de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura, hizo una reseña histórica del desarrollo del Depósito Legal en el mundo y en México, desde el Egipto faraónico donde los papiros eran requisados, hasta la expedición de la Ley General de Bibliotecas, en 2021.
Relató que en 1616, España ordenó que los libros que se fueran a vender primero se enviaran al rey, lo cual aplicó también para la Nueva España. “Entonces, se puede decir que el Depósito Legal en México existe desde hace 400 años”, dijo.
Abundó que en el México independiente, el Congreso decretó que se debían enviar dos ejemplares de los libros que se publicaran al Archivo del Congreso, y para 1857, en el gobierno de Ignacio Comonfort, por primera vez se impusieron multas para quien no cumpliera con ello. En el México posrevolucionario, prosiguió, hubo diversos decretos que abonaron al desarrollo del Depósito Legal, hasta llegar a la construcción de la Ley General de Bibliotecas.
El historiador también refirió que en 1992 se destruyó la Biblioteca Nacional de Bosnia Herzegovina para erradicar la cultura de un “enemigo”, y se perdió el 70 por ciento de sus acervos, y a partir de este hecho surgió el término “memoricidio”, que significa destruir la memoria de un pueblo.
En ese sentido, subrayó que “el Depósito Legal es un instrumento que sirve para evitar nuevos memoricidios, al otorgar a las bibliotecas el resguardo del patrimonio documental, bibliográfico y sonoro, con el fin de ponerlo a disposición de los ciudadanos, y que no sigamos perdiendo más libros”.
Por su parte, María Andrea Giovine Yáñez, directora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, Biblioteca y Hemeroteca Nacionales de México, externó la necesidad de tomar conciencia de la importancia que tiene el Depósito Legal, toda vez que “es una figura jurídica a favor del pueblo, que procura la accesibilidad a su acervo y la permanencia histórica, para construir la memoria de un país”.
Señaló que en el caso de la Biblioteca Nacional, a lo largo de su historia, ha habido algunas confusiones, porque se ubica dentro de la UNAM, pero “no somos la Biblioteca Nacional de la UNAM, sino del país, en términos del acopio de Estado”.
Al referirse a la Ley General de Bibliotecas, dijo que ha habido discusiones en torno al tema del Depósito Legal Digital, porque hay un cambio paradigmático, ya que hay documentos físicos que se digitalizan, pero hay otros que son netamente electrónicos, “y aquí debemos preguntamos qué hacer con la custodia, acopio y estabilización de páginas web, apps, videojuegos, etcétera, y que también son parte de la historia que debemos guardar”, así como considerar la obsolescencia tecnológica y de los formatos de almacenamiento.
En su oportunidad, José Mariano Leyva Pérez Gay, director de la Biblioteca de México y de la Biblioteca “José Vasconcelos”, resaltó la importancia del registro documental de la memoria a través de la escritura, ya que el libro es el invento que ha permitido preservar la memoria.
Indicó que los vikingos no tenían registro escrito, y por esta razón no se sabe mucho de ellos, porque todo era oral, y lo que se sabe es por el registro que hicieron los ingleses y franceses.
Externó que el libro escrito, pese a la crisis que vive, es y ha sido el mejor instrumento para registrar la memoria, porque permite pausas para absorber su contenido, lo cual no sucede con los videos que actualmente se comparten en las redes sociales, ya que éstos no dan tiempo al espectador de una pausa, el individuo ya no piensa en el pasado ni el presente, sino en el futuro, quiere ver el próximo video de sus redes sociales.
Finalmente, reiteró la importancia del libro y las bibliotecas para preservar la memoria, ya que siguen permitiendo la pausa que ayuda a preservar la memoria.