Madres migrantes hondureñas se refugian en puente de Coatzacoalcos
Maythe Morales, 12 de mayo de 2023
Coatzacoalcos, Ver.- La plancha de concreto que divide las vías del tren y da soporte al puente de la Avenida Uno se ha convertido en el hogar temporal de cientos de madres migrantes que atraviesan el municipio de Coatzacoalcos como parte de la ruta migratoria en su intento por llegar al norte del país o a los Estados Unidos y poder brindar una mejor calidad de vida a sus hijos.
Miriam Danelia Juezo Andrade, originaria del departamento de Comayagua municipio de Honduras, es una de los cientos de mujeres que han buscado resguardo en los bajos del puente, para poder pernoctar junto a su pequeña de tan solo 10 meses de nacida.
En marzo del 2023 abandonó su país de origen debido a la violencia ejercida por los grupos de pandilleros.
Su vida en su país fue limitada no pudo estudiar ni trabajar para evitar ser víctima de la Mara Salvatrucha.
Danelia de tan solo 17 años decidió emprender el viaje junto a su pareja de 33 y su pequeña.
“Hemos aguantado hambre a veces no encontramos de comer, algunos nos han tratado bien y algunos no porque no todos somos iguales, no sabemos todavía si logramos llegar hasta allá hasta Estados Unidos”.
El flujo de mujeres migrantes con hijos ha ido en aumento, tan solo del primero de enero al 24 de marzo de 2023, el Instituto Nacional de Migración (INM), reportó el rescate de 34 mil 489 niñas, niños y adolescentes migrantes extranjeros durante su ingreso y tránsito por territorio mexicano.
De ellos, dos mil 429 viajaban solos y 32 mil 060 en compañía de sus madres o algún otro familiar.
Mari Ponce, también habitaba en Honduras, ella pertenecía al departamento de Lempira y al igual que a Daniela le tocó salir huyendo luego de que los pandilleros matarán a su esposo.
“Nosotros decidimos viajar, ya tengo rato, ya voy a tener un año de viajar de allá acá, el motivo de nosotros fue por la crisis y la delincuencia que usted comentaba, el papá de mis hijas falleció allá por lo mismo por la violencia. Lo asesinaron y tuve que salir huyendo”.
De su país de origen salió en compañía de su pequeña de tan solo nueve años de edad y con cinco meses de embarazo, lo que hizo más difícil su llegada al municipio de Coatzacoalcos, hoy ya con su pequeña en brazos busca lograr regularizar su estancia en México.
La vida de las mujeres en Honduras tiene un común denominador y es el hecho de que los grupos de las pandillas no les permiten vivir una vida plena y feliz por lo que tiene que buscar en otro país mejores oportunidades especialmente para sus hijos.
El tránsito de las madres viene acompañado de dolor, cansancio e incertidumbre, pero con la esperanza de lograr establecerse y tener un nuevo comienzo, lo que les permite resistir las caminatas de días, semanas y hasta meses, la sed, las inclemencias climatologías y hasta el hambre.
No todas las madres que salen de Honduras han logrado salir con sus hijos, hay quienes han tomado la difícil decisión de ir en búsqueda de un mejor futuro sin la compañía de todos sus hijos, ante el riesgo mismo de la ruta migratoria.
Tal es el caso Rosa Mabel Acevedo, quien desde hace dos meses dejó en Ocotepeque a su hijo de siete años de edad.
“Siete días caminando. Allá es duro, mayormente las madres son solteras, tenemos que trabajar para los hijos, la violencia también existe”.
De acuerdo con activistas defensores de migrantes las personas migran para escapar de la pobreza, para mejorar sus medios de vida y oportunidades, o para escapar de los conflictos y la devastación que asolan a sus países.
Las mujeres representan casi la mitad de los 244 millones de migrantes y la mitad de los 19,6 millones de personas refugiadas del mundo.