Familias veracruzanas, listas para quemar al “año viejo”
, 27 de diciembre de 2013
Coatzacoalcos, Ver., 27 de diciembre de 2013.- Camisa y pantalón viejo rellenos de periódico o aserrín, un sombrero sucio, cara pintada y ganas de quemar las “malas vibras” es lo necesario para elaborar el tradicional “viejo” que será quemado el 31 de diciembre en punto de las 12 de la noche.
Desde hace cuatro años, doña Claudia Velásquez y su familia elaboran los tradicionales muñecos del “viejo” en Coatzacoalcos.
“Hay que conseguir los pantalones, coserlos, y después rellenarlos de periódicos o aserrín, y después ponerle adorno a la cara que se elabora con globo después detallar los ojos, la nariz”.
Elaborar un viejo demora entre una y dos horas y el procedimiento inicia con el acopio del material y concluye con el decorado de la cara, dependiendo del personaje que representará.
“Queremos que se vean bonitos y luego me llegan a pedir de doctores, futbolistas, maestros y de santas, de varios modelos me piden…”.
Su taller es un vivero de flores y plantas, acondicionado de forma temporal para el trabajo. El costo de estas figuras depende del tamaño, pues hay unos altos y otros muy pequeños que apenas superan el metro.
“Algunos son más chicos y algunos son más grandes, los chiquitos en 150, los medianos en 200 y los más grandes en 250 pesos”.
En menos de dos semanas, estas personas elaboran más de 500 viejos, pues saben que antes del 31 todos estarán vendidos. Los clientes quedan encantados con el acabado en los rostros con cabello de algodón.
El viejo simboliza todo lo que la gente quiere botar del año que termina, y es quizá una de las celebraciones de fin de año más generalizada en el país, después del tradicional abrazo de medianoche y la cena familiar aderezada con vino y uvas. Además, es una tradición muy veracruzana.