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Narco domina el tabaco ilegal; de contrabando, 17 de cada 100 cigarros en México

Narco domina el tabaco ilegal; de contrabando, 17 de cada 100 cigarros en México

Excélsior, 20 de noviembre de 2013

La venta de tabaco ilegal en México es un problema que crece a bocanadas, dominado por el narcotráfico. De cada 100 cigarros que se consumen en el país, 17 provienen del contrabando y la piratería.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) reconoce que el actual modus operandi de las organizaciones criminales hace más difícil detener el flujo de esos cigarros hacia el país, porque anteriormente se hacían grandes decomisos de contenedores en puertos y aeropuertos.

Sin embargo, en este año se ha identificado un cambio de estrategia: el contrabando es hormiga. El tráfico de cigarros ocurre principalmente en los límites de México con Belice, a través de personas, vehículos particulares y camionetas pequeñas, explicó Álvaro Pérez Vega, comisionado de Operación Sanitaria de la Cofepris.

El director de Asuntos Corporativos de British American Tobacco, Carlos Humberto Suárez, indicó que la presencia de tabaco ilegal en México refleja una cadena de suministro controlado por un grupo bien organizado.

Al año ingresan a México 340 millones de cajetillas que no pagan impuestos y que carecen de control sanitario, provocando una pérdida recaudatoria de casi seis mil millones de pesos, y que genera un mayor problema de salud pública, porque en esos cigarros se ha encontrado aserrín, pasto y partículas fecales.

Un estudio de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) identificó que el contrabando de cigarro afecta más al norte del país, alcanzando 32% del mercado.

Son  175 marcas ilícitas provenientes de Paraguay, principalmente; de India, China, Vietnam, Canadá y Estados Unidos.

El gobierno de Guatemala ha denunciado ante Estados Unidos que Los Zetas son los responsables del tráfico de tabaco, personas y armas, actividades que representan el 50% de sus operaciones en la región, además de la droga.

Cigarros de aserrín  invaden México

La venta de tabaco ilegal en México es un problema que crece como una bocanada de humo, ya que de cada 100 cigarros que se consumen en el país, 17 provienen del contrabando y la piratería.

Al año son introducidas a territorio nacional 340 millones de cajetillas que no pagan impuestos y que carecen de cualquier tipo de control sanitario, lo que ocasiona una pérdida recaudatoria de casi seis mil millones de pesos y genera un mayor problema de salud pública, porque estos cigarros contienen en ocasiones aserrín, pasto e incluso heces fecales.

Se trata de 175 marcas ilícitas provenientes de Paraguay, principalmente, India, China, Vietnam, Canadá y Estados Unidos, que se venden en todo los rincones de la República Mexicana, afuera del Metro, en la vía pública, en los tianguis, mercados, tiendas de abarrotes y mayoristas.

De acuerdo con un estudio realizado por la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), el cigarro de contrabando capta actualmente el 32.4 por ciento del mercado en la zona norte del país; 25.3 por ciento en el centro; 25.3 por ciento en el Pacífico-centro; 11 por ciento en el sureste; 9.8 por ciento en el noreste y 5.3 por ciento en el Distrito Federal.

Carlos Humberto Suárez, director de Asuntos Corporativos de British American Tobacco (BAT), dueña de marcas registradas como Camel, Pall Mall y Montana, indicó que la presencia de tabaco ilegal a lo largo y ancho de México demuestra que hay una cadena de suministro y un grupo bien organizado que se dedica a traficar con cigarros.

“Definitivamente hay una organización detrás, que mueve una gran cantidad de producto, lo pone en los puntos de venta y los mantiene disponibles”, señaló el también vocero de la compañía.

Panamá es uno de los países por donde pasa buena parte del tráfico ilegal de tabaco. El ex fiscal superior de ese país, Ramiro Esquivel, afirmó que hay indicios de las relaciones entre grupos del narcotráfico, el contrabando de cigarros y la piratería.

El año pasado, un cable de la agencia DPA citó palabras del ex funcionario, quien aseguraba que con la compra de productos de contrabando se financia de manera indirecta la droga y el terrorismo.

De hecho, la embajada de Guatemala en Estados Unidos dijo a la agencia alemana de noticias que 50 por ciento del negocio de Los Zetas consiste en la venta de drogas, pero el otro 50 por ciento radica en operaciones ilegales con cigarros, tráfico de personas y armas.

En entrevista con Excélsior, el directivo de British American Tobacco consideró que “el incentivo perverso para el crecimiento del contrabando en México fue el aumento de impuestos”, ya que de 2010 a 2011, se aplicó un cobro de siete pesos directo a la cajetilla de cigarros, lo que provocó un incremento importante en su precio, que no le dejó ninguna oportunidad frente al comercio ilegal.

“Este tema se provocó por un alza inusual en el impuesto que nos hizo atractivos para los contrabandistas internacionales”, manifestó.

Carlos Humberto Suárez explicó que es imposible competir contra las cajetillas de cigarros ilícitos que en la calle tienen un precio de 10 pesos mientras que el tabaco de marca fluctúa entre 28 y 42 pesos. Dijo que en 18 meses, la venta de cigarros ilegales se elevó de un dos por ciento a 17 por ciento, y lejos de reducir la tasa de fumadores, creció el número de personas que consumen tabaco, de acuerdo a la más reciente Encuesta Nacional de Adicciones.

“Te lo pongo en número de cigarrillos: 14 de cada 20 cigarros son de impuestos, es decir, el 70 por ciento del valor de la cajetilla se paga al fisco, entonces, ¿Cómo los puedes vender a 10 pesos?”, cuestionó.

Las rutas

El cigarro entra de contrabando a México, principalmente por el sur del país, particularmente en el área de Belice, donde llegan 30 contenedores al mes que son trasladados a la Zona Libre de Corozal, colindante con el municipio de Othón P. Blanco, Quintana Roo.

Una vez que las cajetillas arriban sin ninguna restricción aduanera o sanitaria, parte de la carga ingresa a suelo mexicano por la localidad de Subteniente López a través del tráfico hormiga, que explota la porosidad de la frontera.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) reconoce que el actual modus operandi del crimen organizado hace más difícil detener el flujo de cigarros al país, porque anteriormente los decomisos de grandes cargamentos se realizaban en contenedores que llegaban a los puertos y aeropuertos, pero a partir de 2013, la estrategia cambió y ahora el contrabando se hace en pequeña escala.

Álvaro Pérez Vega, comisionado de Operación Sanitaria de la Cofepris comentó que el tráfico de cigarros se presenta principalmente en los límites de México con Belice por transeúntes, vehículos particulares y camionetas pequeñas tipo Van.

“Los cigarros ingresan al país de manera individualizada, no por paquetes gigantes, no por volumen, sino por pequeñas cantidades y después un grupo organizado concentra el producto en bodegas, ubicadas en puntos estratégicos para distribuirlo con el fin de que se venda en la calle y en el comercio sobre ruedas”, describió.

Los números confirman que en 2012, el aseguramiento de tabaco ilegal fue 51.88 por ciento superior al que se registra en 2013, porque antes era en contenedores y ahora es principalmente en bodegas.

En 11 operativos realizados el año pasado se logró el decomiso de 116 millones 374 mil 694 cigarros en el Distrito Federal, Jalisco, Quintana Roo, Colima y Guanajuato frente a los 56 millones dos mil 459 cigarros que van este año en 11 operativos instrumentados en Jalisco, Chihuahua, Chiapas, Durango, Distrito Federal, Oaxaca, Estado de México y Quintana Roo.

Pérez Vega destacó que los 40 verificadores de la Cofepris encargados de combatir el tabaco ilícito pueden actuar con base en una denuncia ciudadana, pero no atacan los puntos de venta, sino los lugares donde se almacena el producto.

“Los dos o tres verificadores que yo pudiera exponer en ese momento a un puesto fuera del Metro en el DF, son los mismos que yo puedo mandar a una bodega y asegurar lo de 50 o 100 localitos, es por eso que privilegiamos el volumen”, precisó.

El comisionado de Operación Sanitaria de la Cofepris agregó que existen alertas sanitarias por regiones, donde se advierte a la población y autoridades locales sobre la presencia de ciertas marcas de cigarros ilegales y los riesgos que representan para la salud, al desconocer su origen y sus métodos de manufactura.

Subrayó que los cigarros que se comercializan en el mercado ilícito provienen en su mayoría de países de Asia y Paraguay, que después de ser asegurados son triturados para dejarlos inservibles y la viruta que queda es enviada a rellenos sanitarios.

De Paraguay para el mundo

No es extraño que el cigarro producido en Paraguay sea el tabaco de mayor presencia en el mercado negro de América Latina y México, ya que más del 90 por ciento de su producción sale de contrabando a través de la triple frontera que comparte con Brasil y Argentina, que es conocida a escala mundial como un corredor de drogas, armas, vehículos robados y piratería.

Carlos Humberto Suárez, director de Asuntos Corporativos de British American Tobacco (BAT), explicó que Paraguay tiene una capacidad instalada para producir 42 mil millones de cigarros al año y un consumo que no llega a los cuatro mil millones.

Detalló que “casualmente” el excedente de cigarrillos se vende en Ciudad del Este, Paraguay, que es considerado el corazón de este negocio ilícito, lo que significa que todos sus habitantes, desde los bebés hasta los ancianos, se fuman cinco cajetillas de cigarros al día o que en realidad el producto brinca hacia el resto de Latinoamérica.

“Porque también Brasil tiene niveles de 25 por ciento de contrabando, Argentina de 25 por ciento y no se diga Venezuela o Colombia, que también sufren del mismo problema”, puntualizó.

En Paraguay existen al menos 35 fábricas de tabaco con dos mil 600 marcas registradas ante el Ministerio de Industria y Comercio, aunque sólo unas cuantas se comercializan al interior del país, lo que hace más difícil seguirles la pista al intercambio ilegal.

Un embarque de cigarros procedentes de Paraguay tiene al menos dos rutas establecidas para llegar en 40 o 45 días a Belice y de ahí a México, vía Kingston, Jamaica, o pasando por Panamá y haciendo escala en la Zona Franca de Caucedo, en República Dominicana.

Tabacalera del Este (Tabesa) es la empresa paraguaya que surte la mitad de la demanda doméstica con sus dos marcas insignias, Kentucky y Palermo. Tiene una capacidad de producción de mil 500 millones de cigarros al mes o 579 cigarros por segundo. El actual presidente de la República del Paraguay, Horacio Manuel Cartes, es su principal accionista.

De acuerdo al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en las aduanas de Brasil y Argentina a diario se decomisan más cigarrillos de contrabando de Tabesa que de ninguna otra compañía.

El grupo conformado por 100 reporteros de 50 países añadió que en 2006, Tabesa fue mencionada en la Operación “Bola de Fuego” instrumentada por el gobierno brasileño, entre las empresas paraguayas, cuyos cigarrillos eran supuestamente enviados de contrabando a Brasil.

Los “pasadores” se adueñan de la Zona Libre de Belice

A 15 minutos del Aeropuerto de Chetumal, Quintana Roo, se encuentra la Aduana Marítima y Fronteriza de Subteniente López, en la línea divisoria entre México y Belice.

Cruzar es muy fácil, nadie te pide documentos, ni credencial de elector y mucho menos pasaporte. Los mexicanos son los principales clientes de la Zona Libre de Corozal, creada en 1994 y donde se encuentran 314 comercios establecidos, que venden en su mayoría piratería de bolsas para dama, ropa, perfumes, lentes, zapatos, tenis, gorras, relojes y joyería, así como contrabando de licores y cigarros.

Antes de avanzar por el puente que cruza el río Hondo, preguntamos a una agente del Servicio de Administración Tributaria (SAT), cuánta mercancía podríamos pasar de regreso a México en nuestra calidad de turistas.

Sin estipular una cantidad de dinero, nos comentó que teníamos derecho a comprar seis pantalones, seis playeras, seis camisas, dos billeteras, tres pares de tenis, seis gorras, una docena de ropa interior, tres litros de alcohol y un paquete con 10 cajetillas de cigarros, lo que en la práctica no aplica al momento de retornar al país.

Un par de arcos que te dan la despedida de México y la bienvenida a Belice es la imagen que encuentras frente a ti, al momento de entrar a Corozal, donde en las vacaciones y días festivos hay una afluencia de alrededor de 12 mil visitantes.

El constante trajín de compradores con grandes bolsas negras, motonetas que sirven de transporte local y camionetas tipo Van que cargan productos, se mezclan con dos construcciones que lucen exageradas, son los casinos Las Vegas y Princess, que representan una próspera industria y la mejor fuente de empleo para los habitantes de este golpeado país centroamericano.

Para acceder al área de dos kilómetros lineales donde se ubican los negocios, hay que pagar 10 pesos mexicanos por vehículo, y de ahí en adelante todas las operaciones se realizan con nuestra moneda.

Grandes mantas y espectaculares con fotografías de cajetillas de cigarros se observan por todos lados. Marcas desconocidas y colores atractivos invitan al potencial cliente a pasar a los locales y adquirir la mercancía a bajo costo.

Los comercios son modestos en algunos casos y lujosos en otros, cámaras de circuito cerrado observan el movimiento y grandes ventiladores tratan de aliviar el calor que alcanza más de 35 grados.

En un solo negocio encuentras de todo. En la caja registradora con lector de código de barras, los encargados que son principalmente de origen indio, se muestran poco amables y desconfiados ante preguntas sobre los precios al mayoreo y la forma de pasar tabaco ilegal a México, aunque al final responden parcos, pero dispuestos a vender.

Así nos cotizaron cajetillas de 20 cigarros de marcas de la India, Vietnam y Paraguay como Dart, B&G, Makro, Chiapas, Pride, Fox, Blitz o Ibiza, en dos pesos con 20 centavos cada una.

Sobre el control aduanal, nos explicaron que no hay problema porque para eso existen los llamados “pasadores”, que te ponen los cigarros donde tú les digas por una pequeña cuota; la otra opción es jugártela y confiar en que te toque el semáforo color verde y puedas cruzar libremente; en caso contrario, nos comentaron, siempre hay forma de arreglar la situación con dinero.