Jilotepec, con bellezas casi desconocidas, espera visitantes esta Semana Santa

Luis Antonio Luna, 4 de abril de 2022

Jilotepec, Ver.- Rincones de Jilotepec, Puerta del Totonacapan fundado en el año 980, por esa cultura y presentada según los códices franciscanos en 1380 por los teochichimecas, hoy busca resaltar como parte de los tesoros ocultos sus senderos, su mirador de la cruz, el monasterio buddhista, dhamma vihara, único en Latinoamérica al frente del venerable Bhikkhu Nandisena, así como su tradición totonaca.

Jilotepec “cerro de los jilotes tiernos”, por eventos históricos guarda en sí un gran tesoro, luego de su fundación en el año 980 por los totonacos, dominado por los teochichimecas y protegido por los mexicas que enviaron embajadores a solicitar la alianza hasta la Colonia en que fue parte de la hacienda de la Purísima Concepción.

Después formó parte de la Hacienda de Lucas Martín y otros españoles más, integrada primero a Tlacolulan y después decretada municipio libre.

Jilotepec ha sido escenario de batallas, independentistas, realistas, carrancistas y más, pero ya va a un mejor futuro con base a los edificios centenarios que cuentan aún con piso de piedra y muros con armagasa, según explica el director de turismo municipal, Clemente Galicia.

Como punto de reencuentro a la naturaleza, el espíritu y el yo interior está el monasterio budista Theravada, visitado por muchos y aprovechado por otros, único en Latinoamérica, que invita a la reflexión, comenta Julián Maccarini.

Cuevas y minas como la Tecuanicha, son puntos de visita que esperan a los visitantes al igual que los senderos y plantaciones de papa o el mirador de la Cruz, en fin, que para pasar al Totonacapan, hay que pasar por su puerta que está en Jilotepec.