Irán juntas las reformas energética y fiscal: PRI
Excélsior, 29 de julio de 2013
Esta vez el PRI, partido en el gobierno federal, no cederá a las protestas callejeras e impulsará una reforma petrolera, que si es necesario modificará la Constitución e irá de la mano de la reforma fiscal, para que los mexicanos aprovechen la riqueza de sus hidrocarburos, con un Pemex corporativo, libre y un esquema de subsidios focalizados e inversiones mixtas, adelanta a Excélsior David Penchyna.
Presidente de la Comisión de Energía del Senado, David Penchyna, encabezará las negociaciones por la reforma energética a partir de la segunda quincena de agosto, cuando se formalice la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto para fortalecer la industria energética nacional.
México necesita un marco normativo más robusto, que dé mayor certidumbre y que pueda detonar la inversión.
Especialista en temas hacendarios y fiscales, el legislador federal deja en claro que la reforma energética irá de la mano de los cambios en la hacienda pública, pues las finanzas del país tienen una dependencia de las ganancias de Petróleos Mexicanos (Pemex), y al hacer cambios en el esquema de la empresa será necesario hacer ajustes en los mecanismos que requiere el país para sostener su gasto público.
“La reforma energética tiene que caminar hacia hacer posible que la renta petrolera sea mayor para el país y se distribuya mejor entre los mexicanos, a partir de mantener la propiedad y la rectoría económica del Estado sobre sus recursos energéticos.
Tenemos todas las rutas estudiadas, las que han funcionado y no, lo que han hecho en otras latitudes.” David Penchyna, Senador del PRI
“Me parece que México necesita un marco normativo más robusto, que dé mayor certidumbre y que pueda detonar la inversión, con la consecuente ganancia de la generación de empleos; ese es el reto, creo que se puede lograr.
“Necesitamos un debate ideológico y técnico honesto con la nación, pues de no ser así se habla de medias verdades que acaban por ser mentiras completas, pues es un tema inevitable para la nación debatirlo de manera adecuada”, explica el senador de la República.
La Constitución
—¿Es factible cambiar la Constitución para este tema?
—La posibilidad de la modificación constitucional siempre es algo posible, es probable; lo hemos hecho posible en varias materias y en ésta no veo por qué no se pudiera hacer en caso de que se necesite.
Me parece que el vivir de amenazas o de chantajes a las instituciones no las fortalece y creo que México está obligado a tener un debate que pueda generar las diferentes alternativas y que decidamos, que tomemos las mejores decisiones para el futuro de la nación. Nosotros no tenemos el derecho de cancelarle a nuestros hijos y a nuestros nietos la oportunidad de tener un mejor país.
El cáncer de la economía mexicana se llama desempleo; ninguna política social va a funcionar sin un componente poderoso generador de buenos empleos y más empleos y, en ese sentido, el sector energético es una gran oportunidad para poderlo lograr; creo que esta es una asignatura pendiente a la que tenemos que entrarle con toda la fuerza de las ideas y no caer en los chantajes mediáticos ni las protestas callejeras de los mismos de siempre.
—En 2008 se habló de la primera gran reforma…
—Creo que en aras del consenso político en 2008 se privilegió eso y yo creo que los productos legislativos hablan por sus propios méritos y creo que a todas luces la reforma de 2008 fue insuficiente, creo que los resultados que está teniendo el sector energético no son los adecuados, fue una reforma parcial, que se enfocó a Pemex.
Yo aspiro a que tengamos una reforma energética, no petrolera solamente, y el sector energético es hidrocarburos, almacenamiento, distribución, gas, electricidad, energías limpias, instituciones más fuertes para regular el mercado; es una reforma integral en materia energética, que, como presidente de la Comisión de Energía del Senado, aspiro y espero que tengamos capacidad de construir.
Planteamiento
— ¿Cómo lograr que millones de mexicanos conozcan más de este tema y no sólo reciban los spots de que se va a privatizar Pemex?
—La única forma de cuidarlo es que tengamos honestidad de plantear las cosas como son y que no vuelva a hacer esto una bandera de una ideología que, atrás de ella, lo que esconde es la intencionalidad de buscar la nueva candidatura a la Presidencia de la República.
Me parece que a la gente se le informa con transparencia y honestidad sobre las ideas y tenemos que hacer un gran esfuerzo por hacerlo. Un spot es eso: una idea corta manipulada con una intención y yo creo que esto no se aprueba con spots.
Creo que se necesita un debate honesto, amplio, de ubicar qué está pasando en nuestra industria energética, qué pasa en el mundo, que México no es una isla, que hay países que han logrado tener modelos donde no pierden la propiedad y mantienen la rectoría y son capaces de combinar capital público y privado y el capital público y privado que podríamos lograr para detonar la inversión y los empleos es bueno, es importante y es el camino que debemos de tomar.
—En la industria petrolera hay un cáncer que se llama corrupción y que implica a empresas estatales y privadas…
—Esa corrupción sólo se acaba de una forma, metiendo a la competitividad y a la productividad a Pemex y la reforma tiene que tener como objetivo meter a la competitividad y a la productividad a Petróleos Mexicanos, mientras sigamos en un esquema de monopolios, la corrupción se acendra y se genera más y eso es algo que deben de ser de las consecuencias lógicas, fundamentales de una reforma energética.
Puntos básicos
—Autonomía de Hacienda, una estructura corporativa, independencia de la Secretaría de Energía y permitirle que se asocie con quien le convenga son algunos de los puntos que diversos especialistas definen como básicos para la reforma en materia petrolera.
—Creo que esos principios que tú has señalado deben ser los objetivos de una reforma.
—Y también está el asunto de las pensiones.
—Creo que es un tema que la dirección general de Pemex hoy está revisando, confío en la responsabilidad de los trabajadores que le dan valor a la gran empresa que es Pemex y confío en que va a haber responsabilidad tanto de la clase obrera como del patrón para que haya un buen acuerdo por el bien de las finanzas del petróleo, cuidando los derechos laborales de los trabajadores.
—¿Y los subsidios focalizados?
—Creo que los subsidios generalizados en materia energética, como cualquier subsidio generalizado, acaba por ser una injusticia, porque se lo das lo mismo al que lo necesita que al que no lo necesita y como los niveles de consumo son más amplios en materia de gasolinas, por ejemplo, de la gente más favorecida económicamente, pues acaban por recibir más subsidio quienes más tienen.
Creo que un diseño de política pública a obtener y reforzar, y el gobierno federal en eso está trabajando, yo no soy Poder Ejecutivo, está trabajando en el diseño de subsidios más focalizados en cualquiera de las áreas de la vida nacional.
Las rutas
—¿Qué rutas tiene previstas para la discusión de la reforma?
—Todas, soy un hombre responsable que le gusta hacer su trabajo, he laborado a sol y sombra en el tema desde hace ocho meses y tenemos todas las rutas estudiadas, las que han funcionado, las que no, las que se han hecho en otras latitudes, lo que creemos que debe ser la industria petrolera mexicana, que no sea igual a otras, simplemente tiene que ser una reforma que funcione, y en ese sentido no tengan dudas de que estamos preparados, listos, puestos, ocupados en sacar la reforma que el país requiere.
—Forzosamente tiene que ir esta reforma de la mano de la reforma fiscal
—Sí. Es inevitable y así será. En la consecuencia energética que tengamos de hacer una buena reforma, que es a lo que aspiramos en el Revolucionario Institucional, habrá la necesidad seguramente de hacer una reforma fiscal, en ese orden.
Pacto por México
En el Pacto por México los partidos y el gobierno se comprometieron a lo siguiente:
Compromiso 54. Los hidrocarburos seguirán siendo propiedad de la nación. Se mantendrá en manos de la nación, a través del Estado, la propiedad y el control de los hidrocarburos y la propiedad de Pemex como empresa pública. En todos los casos, el país recibirá la totalidad de la producción de hidrocarburos.
Compromiso 55. Pemex como empresa pública de carácter productivo. Se realizarán las reformas necesarias, tanto en el ámbito de la regulación de entidades paraestatales, como en el del sector energético y fiscal para transformar a Pemex en una empresa pública de carácter productivo, que se conserve como propiedad del Estado pero que tenga la capacidad de competir a escala mundial.
Compromiso 56. Multiplicar la exploración y producción de hidrocarburos.
Compromiso 57. Competencia en los procesos de refinación, petroquímica y transporte de hidrocarburos.
Compromiso 58. Fortalecer a la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Se reformarán las leyes reglamentarias para ampliar las facultades y fortalecer al órgano regulador.
Compromiso 59. Pemex como promotor de una cadena de proveedores nacionales y se reforzará su papel en la producción nacional de fertilizantes.
Compromiso 60. Pemex como eje de la lucha contra el cambio climático, aplicando una estrategia al respecto.
La modificación de 2008 sentó bases, consideran
Calificada de insuficiente por diversos especialistas y por el presidente de la Comisión de Energía del Senado, David Penchyna, la reforma petrolera de 2008, sin embargo, sentó las bases para que ahora el país pueda abrir el debate en torno a la conveniencia de permitir que Pemex sea una empresa como tal y cuente con la libertad de asociarse con industrias privadas para mejorar su labor.
Con esta reforma de 2008, Petróleos Mexicanos cuenta con elementos que le permiten liberarse, paulatinamente, de la Secretaría de Hacienda. Cuenta con un Consejo de Administración ciudadanizado, con mayor presupuesto para construir y administrar refinerías, ductos y almacenes y sostiene una nueva relación con el sector privado, con el cual puede firmar contratos de obras y servicios que sólo se pagan con efectivo, es decir, no involucran las reservas petroleras ni la renta por el crudo.
De igual forma, está sujeto a un mayor control para evitar dispendios y cuenta con el respaldo de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que junto con una Secretaría de Energía más fortalecida, planean el futuro energético del país, con la elaboración de la Estrategia Nacional de Energía, fijada para plazos de 15 años, avalada y revisada anualmente por el Congreso de la Unión.
Además, a partir de esta reforma, México cuenta con sus primeras leyes para prepararse a la transición energética, con el fomento de inversión en el uso de aire, agua y rayos solares como fuentes de energía, y con una ley que castiga el dispendio de energía entre particulares y el sector público.