Hard Rock México ahora es leyenda
, 22 de mayo de 2013
Por el escenario del recinto pasaron figuras internacionales de la talla de Michael Jackson, Elton John, Robbie Williams y Café Tacvba, entre otros
Luego de más de dos décadas de operación, Hard Rock México cerró sus puertas de manera definitiva dejando tras de sí un importante legado gracias a las estrellas que ayudaron a forjar su leyenda.
Ubicado en Polanco, el emblemático recinto se convirtió desde sus primeros años en uno de los mejores foros para aquellos que buscaban contacto cercano con algunos de los artistas más importantes de la época, quienes lo mismo ofrecían conciertos que donaban alguna pieza de su indumentaria para la memorabilia del lugar, o daban conferencias de prensa.
Temático , como el resto de las sucursales que existen en el mundo, el centro de espectáculos vivió noches de ensueño para los melómanos capitalinos que tuvieron la oportunidad de ver de cerca a muchas figuras de la escena internacional.
La importancia del concepto, que en México arrancó operaciones en septiembre de 1989, era tal que Elton John fue invitado para colocar la primera piedra del lugar que, con el paso del tiempo, fue llamado a ser protagonista del movimiento rockero en la capital.
Michael Jackson fue uno de los iconos que acudió al lugar, en 1993, cuando visitó México para ofrecer una serie de conciertos en el Estadio Azteca como parte de su gira The Dangerous Tour. Durante su estancia, el lugar fue cerrado por completo para que el Rey del Pop conviviera tranquilamente con decenas de niños.
Al escenario del inmueble también subió el grupo británico Siouxsie & The Banshees, que en 1998 dio una muestra de su propuesta post punk que entonces tenía mucha influencia en Reino Unido.
De esa parte del mundo también acudieron figuras como Robbie Williams. El otrora líder de Take That actuó en 2004 en el recinto como parte de un concierto privado para el que se dice sólo se repartieron 300 invitaciones.
Motörhead también hizo vibrar las instalaciones del recinto cuando actuó ahí para promocionar el álbum We Are Motörhead.
Misfits, Alanis Morissette, Gloria Gaynor, Paul Van Dyk, Nelly Furtado y James Brown fueron otras de las estrellas que de una u otra forma ligaron su nombre al del restaurante y sala de conciertos.
Algunos con sus actuaciones en vivo y otros como simples invitados, todos coincidían al aportar elementos para hacer crecer la leyenda del inmueble. Entre las anécdotas que se quedaron dentro de las paredes del café, destacan algunas como la de la visita de Scorpions.
La banda alemana, liderada por Klaus Meine, acudió a comer pero le gustó tanto el ambiente que se vivía que improvisaron un concierto de ocho canciones para los afortunados comensales.
Algo similar se vivió con Alan Parsons y su banda, pues durante su visita, el que fuera ingeniero de sonido Pink Floyd y The Beatles, se puso tras la consola de sonido para guiar el palomazo que improvisaron sus compañeros.
La riqueza en la variedad fue, quizá, uno de los puntos fuertes del inmueble, que abrió sus puertas no sólo a los actos más populares de la música anglosajona, sino que sirvió como escaparate para propuestas latinoamericanas tan diversas como las de Café Tacvba, Molotov, Maná, Gustavo Cerati, Javier Gurruchaga y hasta RBD, actos consagrados entre el público.
Sin embargo, había espacio para todos los gustos como lo demostraron Reik, Paty Cantú y Motel, actos estandartes del pop mexicano actual y que tuvieron sus primeros acercamientos con los conciertos en vivo en el escenario del Hard Rock Café.
Protegido por autoridades
El inmueble que contiguo al extinto Hard Rock Café está catalogado con valor patrimonial por el INBA e INAH, por lo que los trabajos en el bar El Obelisco Polanco fueron suspendidos, al violar el artículo 62 del Reglamento de Construcciones del DF.
La delegación Miguel Hidalgo aplicó la suspensión de las obras de demolición al interior del lugar, en el cual sólo se permiten remodelaciones menores.
A través de la red social Twitter, residentes de Polanco denunciaron las afectaciones al lugar, por lo que las autoridades procedieron a una verificación ocular de la esquina de Campos Elíseos, Julio Verne y Paseo de la Reforma.
Al tener un valor patrimonial, el lugar debe conservar el diseño arquitectónico, pero las obras que ya se realizaban incluían adecuaciones estructurales mayores, al derrumbar muros y trabes, por lo que no pueden ampararse en el artículo 62.
Aunado a esto, el Reglamento de Construcción señala que amerita clausura al no contar con licencia de demolición exhibida al exterior. Los dueños del inmueble tendrán que acudir al área jurídica en Miguel Hidalgo para hacer valer su derecho de audiencia.
Al pronunciarse sobre el asunto, el delegado Víctor Hugo Romo dijo que no han ingresado solicitud para abrir un nuevo giro en este lugar.
“Este establecimiento tiene una licencia vieja de restaurante-bar con venta de bebidas, no nos han solicitado o exhibido un nuevo rol. Hasta ahora lo que detectamos, en el caso de El Obelisco, fue que se había demolido, encontramos que seguía intacto, pero que había algunos problemas con unas estructuras, por tal motivo suspendimos.
“Vamos a mantener un ojo clínico a esta zona porque tiene un valor patrimonial”, mencionó el funcionario.