“La letra con sangre entra”, la vieja disciplina de los maestros

, 14 de mayo de 2013

Xalapa, Ver., 14 de mayo de 2013.-Poner orejas de burro o dejar sin recreo eran algunos de los castigos que aplicaban los maestros hace muchos años, cuando tenían la creencia de que la mejor manera de educar era con la mano dura.

Por fortuna estas acciones se han abandonado, pero hay quien todavía recuerda los castigos severos que se aplicaban, no por nada aquella frase acuñada que dice “la letra con sangre entra”.

Hay de aquel que se pasara de la raya, porque los gises y borradores eran convertidos en verdaderos proyectiles y la regla estaba acostumbrada a dejar las manos coloradas.

Eran aquellos tiempos cuando el castigo físico formaba parte del manejo disciplinario de las escuelas.

Hoy es impensable que un profesor pueda castigar físicamente a un alumno.

El maestro y la enseñanza han progresado y dejado a un lado dichas prácticas donde la disciplina se enseña sin necesidad del castigo corporal.