Largas horas se vivieron en Tuxpan ante el impacto de Grace
José Ramón Ayala, 22 de agosto de 2021
Tuxpan, Ver.- Tal y como estaba pronosticado, el huracán Grace ingreso minutos después de las cero horas del sábado al sur de este puerto de Tuxpan. la pared frontal del meteoro dejaba sentir todo su poder y peligrosidad con fuertes vientos de aproximadamente 190 kilómetros por hora.
Casi de inmediato, se suspendió la energía eléctrica en toda la ciudad.
Poca lluvia pero mucho viento, hablaba de la fuerza y del peligro que representaba este huracán para la región norte del estado.
Grace, dejo sentir toda su fuerza por espacio de tres horas, que para todos los lugareños fue una eternidad.
Fue la madrugada mas oscura de todo el año. solo se escuchaba el ulular del viento al introducirse con fuerza por las rendijas de ventanas y puertas de las viviendas.golpes de laminas, ruidos de los arboles al momento de caer, todo era ruido caos y confusión.
La madrugada del sábado nadie durmió en Tuxpan. Con las primeros rayos del sol, se dejo ver la destrucción de Grace en la ciudad: casas destechadas, arboles caídos, postes de energía eléctrica y teléfonos destruidos, bardas perimetrales en el suelo, calles cerradas por la caída de arboles, anuncios espectaculares vencidos, cerros desgajados, casas y negocios destruidos y millones de pesos en daños.
Elementos de Protección Civil, Ejercito Mexicano, Armada de México, Guardia Nacional entre otras instituciones más realizaron tareas de rescate y apoyo a la población damnificada.
De acuerdo con las autoridades, más de 40 colonias resultaron afectadas, mas de 50 árboles caídos, una veintena de postes de luz también resultaron destruidos.
Tuxpan se quedó prácticamente incomunicado durante 24 horas, no había luz, ni señal de internet, tampoco servicio de telefonía celular.
Protección Civil se vio rebasado ante la destrucción del huracán. Ahora, se monitorea el cauce del rio Tuxpan ya que se encuentra a dos metros por encima de sus escala normal.
Las autoridades alertaron a la población a estar al pendiente por algún posible desbordamiento de este cuerpo de agua.