Xalapa, Veracruz, México, a domingo 22 de diciembre de 2024

Seguridad, asunto de México: Obama; grupo de alto nivel relanzará relación comercial

Seguridad, asunto de México: Obama; grupo de alto nivel relanzará relación comercial

Excélsior, 3 de mayo de 2013

Peña Nieto y el presidente de EU centraron también la agenda en economía y liderazgo regional

El gobierno de Estados Unidos respetará la estrategia que México emprenda en materia de seguridad, anunció Barack Obama en su primera visita oficial a este país en su segundo mandato.

En Palacio Nacional, después de haber tenido una reunión con el presidente Enrique Peña Nieto, el mandatario estadunidense expresó: “Obviamente dependede México determinar su estructura de seguridad y cómo ésta se relaciona con otras naciones, incluyendo a Estados Unidos”.

Obama también refrendó su compromiso para seguir impulsando una reforma migratoria, acciones para la reducción del consumo de droga en su país y en favor del control de la venta de armas para frenar su tráfico hacia México.

En conferencia de prensa, ambos mandatarios explicaron que el relanzamiento de la relación entre ambas naciones está basada en cuatro temas: competitividad económica, vínculos entre ambas sociedades, liderazgo en temas regionales y globales, y seguridad ciudadana.

Tras insistir en que los asuntos de seguridad no son tema central de la agenda bilateral, anunciaron el establecimiento de un diálogo económico de alto nivel que estará integrado por funcionarios de ambos gobiernos, para impulsar la fuerza comercial de la región de América del Norte.

Anoche, los mandatarios estuvieron en una cena privada en Los Pinos, a la que acudieron funcionarios de los dos gobiernos.

México marcará la pauta

El presidente de EU afirmó que cooperará con México sin importar cómo evolucione la estrategia contra la delincuencia.

Estados Unidos respetará la estrategia de seguridad que México decida emprender  en esta administración, afirmó el presidente Barack Obama en conferencia conjunta con el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto.

En su primera visita a México desde que inició su segundo mandato —la cuarta desde 2009, cuando llegó a la Casa Blanca—, Obama dejó en claro que su país cooperará con México en materia de combate al crimen en cualquier manera que su vecino considere adecuado.

Afirmó que las cuestiones de seguridad deben “evolucionar” y dijo que apoya el enfoque de México de dar prioridad a la reducción de la violencia.

Las declaraciones de Obama, emitidas en Palacio Nacional después de un encuentro privado con Peña Nieto, se producen después de que los diarios  The New York Times The Washington Postpublicaran que en la Casa Blanca hay molestia porque la comunicación bilaterial de seguridad la monopolizó la Secretaría de Gobernación y se acabó la interlocución de EU con la Marina, el Ejército y el Cisen.

“Como le dije al presidente Peña Nieto, obviamente depende de México determinar su estrategia de seguridad y cómo ésta se relaciona con otras naciones, incluyendo a los Estados Unidos”, subrayó Obama.

El visitante aprovechó el espacio de preguntas de la prensa para decir que con el ex presidente Felipe Calderón, su gobierno tuvo una relación “maravillosa”.

Después matizó el tema, diciendo que “los lazos entre nuestros dos países van más allá de los partidos. Si un presidente republicano me sucede, seguirán siendo muy fuertes los lazos entre México y los Estados Unidos, no solamente por la geografía, sino la amistad y por nuestras interacciones”, dijo.

Por su parte, el presidente Peña Nieto expresó que el objetivo clave en este sexenio será reducir la violencia, ante lo que el presidente Obama aseguró que apoyará esa visión y que esperan “continuar nuestra buena cooperación de cualquier manera como el gobierno mexicano lo considere adecuado”.

Al mismo tiempo que se busca reducir la violencia, en México se atacará a los criminales en sus diferentes tipos: a los que extorsionan, los que secuestran, los que asesinan, dijo el Presidente mexicano.

En territorio estadunidense, el foco se pondrá en reducir la demanda de drogas y combatir el flujo ilegal de armas y de dinero hacia México, dijo Obama.

“Quiero rendirle homenaje al pueblo mexicano que ha ofrecido enormes sacrificios y demuestran una enorme valentía todos los días”, expuso Obama e insistió en que la seguridad no es el tema central en la relación bilateral.

En cuanto al mercado de armas en Estados Unidos, donde los narcotraficantes mexicanos se surten, Obama dijo reconocer que tiene “obligaciones respecto a las armas que a veces se envían al sur y que contribuyen a la violencia aquí”.

Lo que más lo conmueve, expuso el visitante, son las víctimas de la violencia, “no solamente en México, sino también en Estados Unidos, como lo que ocurrió en Boston”, donde tres personas murieron y decenas resultaron heridas tras un ataque terrorista.

Obama explicó que los procesos legislativos son lentos en Washington, pero recordó que apenas se dio la primera ronda de votaciones respecto a la propuesta de ley que plantea reducir la venta de armas de asalto.

“Cuando uno tiene al 90 por ciento del pueblo estadunidense que apoya las iniciativas que presentamos para asegurarnos de que los narcotraficantes no pueden enviar a alguien a comprar armas, cuando haya una legislación que tenga sentido común, la enorme mayoría de estadunidenses, incluso los que portan armas, los que apoyan la Segunda Enmienda, todos vamos a poder lograrlo, y yo voy a seguir luchando por esto”, destacó.

Peña Nieto dijo apoyar la postura de Obama e insistió en que lo que México querría, es que hubiera un mayor control en la venta de armas. “Si México pudiera sumarse a este importante sector de la población de Estados Unidos, 90 por ciento, que está a favor de este control, lo haría, pero está muy claro que es un tema de la política interna de Estados Unidos.

“Lamentablemente han costado muchas vidas de mexicanos la introducción ilegal de armas que se han comprado en Estados Unidos, y que han llegado a México”, expresó.

Peña Nieto insistió en que la relación bilateral no debe ser “monotemática” y el presidente Obama reiteró que también el comercio bilateral es fundamental para las dos naciones.

Cuatro ejes

Con un horizonte de cuatro años en los que sus respectivas presidencias coincidirán, la cita entre Peña y Obama se concentró en cuatro temas:

1. Competitividad económica.

2. Vínculos entre ambas sociedades.

3. Liderazgo en temas regionales y globales.

4. Seguridad ciudadana.

Ambos líderes señalaron la importancia de aprovechar las oportunidades existentes, así como el entusiasmo y optimismo que se derivan de una nueva etapa en la relación bilateral.

“Ha llegado el momento de la reforma migratoria”

El presidente Obama se dijo optimista de que el Congreso de su país apruebe una iniciativa que permita regularizar la estancia de millones de mexicanos en EU.

El atraso en el sistema migratorio de Estados Unidos obliga a muchas personas a internarse de manera ilegal, por lo que se requiere un nuevo marco de leyes, dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien manifestó su optimismo en que pronto logre aprobar una reforma migratoria, pues “éste es el momento” para que se materialice.

“El problemas con el sistema de migración legal es que a veces obligan a la gente a buscar otros métodos; necesitamos un nuevo marco legal que posibilite la ciudadanía para aquellos que ahora viven en las sombras de Estados Unidos”, dijo el visitante en una conferencia de prensa conjunta con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, ofrecida en Palacio Nacional.

El jefe de la Casa Blanca se mostró optimista en que se pueda concretar una reforma migratoria en el mediano plazo.

Cabe recordar que este año se presentó en el congreso de Estados Unidos  una iniciativa que abre la posibilidad de regularizar la situación migratoria de los más de 12 millones de mexicanos indocumentados, aunque el proceso burocrático es complejo y dura muchos años.

“Hemos visto líderes de ambos partidos políticos (demócratas y republicanos) que han dicho que ha llegado el momento de lograr la reforma migratoria, y parte de lo que hemos discutido hoy, es la importancia de lograrlo”, afirmó el mandatario.

Resolver el tema migratorio impulsará la relación comercial, insistió el estadunidense, y dijo que precisamente porque hay tanto comercio entre las dos naciones, no se puede seguir perdiendo tiempo debatiendo el asunto de la migración. Hay que contar con un nuevo marco legal y trabajar para facilitar el comercio y la migración legales, expuso.

Aseguró que el proyecto de ley presentado por el senador  Marco Rubio, en Washington, no incluye todo lo que él como Presidente esperaría de una reforma migratoria, pero sí puede ser un marco básico para ordenar los flujos migratorios.

A su vez, el presidente Enrique Peña Nieto, reconoció que su homólogo estadunidense ha puesto este año buena parte de su capital político en impulsar la reforma migratoria.

“México entiende que es un tema de política interna de los Estados Unidos y que deseamos tenga éxito en este importante impulso que la Administración del presidente Obama le está dando” dijo el jefe del ejecutivo mexicano.

Obama, que visita México por primera vez desde que inició su segundo mandato en enero, comentó que, aunque sospecha que “la legislación final no contendrá todo lo que quisiera”, se trata “de un buen inicio”.

“Garantizar un marco básico que asegure la frontera, que castigue a los empleadores (estadunidenses) que no tomen en serio la ley (…) sería un  gran avance”, opinó.

Durante la conferencia ofrecida en el salón Tesorería del Palacio Nacional, en pleno corazón de Ciudad de México, Obama aseguró que la frontera que ambos países comparten, de más de tres mil kilómetros, “es más segura de lo que era hace años”, ya que el número de intentos por inmigrar de forma clandestina a Estados Unidos  “está cerca de ser el más bajo en décadas”.

Sin embargo, un reciente estudio publicado por el estadunidense Instituto de Política Migratoria asegura que Estados Unidos atrae al año a unos 260 mil inmigrantes mexicanos, legales e ilegales, trabajadores o dependientes, un  flujo que se ha mantenido casi sin cambios desde hace una década.

En Estados Unidos viven cerca de 12 millones de personas indocumentadas, de las cuales 60% son mexicanos, la minoría más  importante entre los hispanos.