Barrio de San José, joya histórica, cultural y religiosa

, 22 de abril de 2013

Los primeros pobladores la llamaron Techacapan, que quiere decir «fuente de piedra», de origen náhuatl o mexica.
Entre lomas, cañadas y escurrimientos de agua, levantaron sus caseríos con gruesas paredes de piedra y cantera coronadas con tejas de barro rojizo. Sus empedradas calles fueron trazando este idílico lugar. Añejas construcciones, como un cuartel militar, que guardan en sus mudas paredes la historia de batallas en épocas revolucionarias.
El mercado, que aprovisiona de víveres al vecindario; una plazoleta, donde fueron sacrificados mártires veracruzanos, y el santuario, donde se rinde culto a San José en actos religiosos. Este templo, construido entre 1768 y 1770, conserva su estilo barroco.
Estas edificaciones antiguas le han dado pinceladas maestras hasta lograr admirables postales, sin perder el encanto y ensueño provinciano dentro de una gran ciudad.
Actualmente, el barrio de San José guarda un valor histórico, religioso y cultural lleno de historias y leyendas.