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Robot explorará último tramo de túnel hallado en Teotihuacán

Robot explorará último tramo de túnel hallado en Teotihuacán

Excélsior, 18 de abril de 2013

  • Se cree que el túnel, encontrado bajo el Templo de Quetzalcóatl, conduce a una cámara de casi dos mil años de antigüedad

A 14 metros bajo la superficie de la zona arqueológica de Teotihuacán, investigadores mexicanos se encuentran a unos pasos de ingresar a lo que debió ser la representación del inframundo teotihuacano. El lugar, sellado por los antiguos pobladores de la ciudad hace casi dos mil años, debió imitar una noche estrellada: sus muros aplanados de adobe y decorados con polvo luminoso –una mezcla de pirita, hematita y magnetita– era “oscuro, frío y húmedo”.

Llegar ahí no ha sido fácil, primero han tenido que sacarse toneladas de tierra de un túnel de más de 100 metros de longitud que atraviesa la Ciudadela y termina bajo el Templo de la Serpiente Emplumada. La exploración se encuentra a 76 metros de distancia de la entrada, donde los arqueólogos se han topado con dos cámaras (denominadas norte y sur) que suponen podrían ser la antesala al inframundo.

Más allá, al final de la cavidad, otra cámara más les espera, en ella creen que podrán encontrar las primeras evidencias del gobierno de Teotihuacán. “Desde el inicio del proyecto hemos ido corroborando todas y cada una de las hipótesis que planteamos en el protocolo de investigación. Una de ellas es que al final del túnel podremos localizar los restos de personas importantes que fueron depositados en el lugar”, explica el arqueólogo Sergio Gómez, responsable del Proyecto Tlalocan, Camino bajo la tierra.

El ingreso al último tramo del túnel iniciará el próximo lunes 21 de abril cuando los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) introducirán un robot denominado Tláloc II-TC por la pequeña rendija que se formó entre el relleno y la parte superior del conducto.

“Estamos explorando las dos cámaras laterales y tendremos que avanzar en su exploración para ver que encontramos en su interior. A 78 metros aproximadamente continúa el túnel y para explorarlo hemos construido un nuevo equipo en robótica que vamos a utilizar para que entre al último tramo del conducto subterráneo y poder tener una imagen de cómo está y cómo se encuentran las cámaras”, señaló.

El túnel fue encontrado de manera fortuita en 2003 cuando la lluvia abrió un orificio a pocos metros del Templo de la Serpiente Emplumada. Su exploración, sin embargo, comenzó en 2011, aunque desde el primer momento los especialistas han creído que revelará “algo importante”. Las primeras evidencias demostraron que fueron los mismos teotihuacanos quienes clausuraron el túnel y que fue hecho con herramientas rudimentarias, las huellas en la piedra aún persisten.

Casi no hay duda de que el túnel fue un lugar sagrado, cuando se excavó los antiguos teotihuacanos buscaban el nivel freático para imitar el inframundo, dice Gómez. Los miles de objetos
–desde pequeñas cuentas hasta elaboradas ofrendas– encontrados en el camino confirman el hecho. Una de las últimas ofrendas consiste en un par de “petates” elaborados con material orgánico sobre los que se colocaron decenas de vasijas de barro llenas de objetos que aún se exploran.

“Debido a las condiciones climáticas en Teotihuacán es muy difícil encontrar materiales orgánicos, ha sido muy importante encontrarlos, porque vamos a poder hacer fechamientos de carbono 14 y saber en qué momento fueron colocados aquí, la sospecha es que por lo menos tienen mil 900 años”, agrega.

Antes de seguir sacando tierra del conducto el equipo utilizará aTláloc II-TC. Este nuevo prototipo ha sido diseñado por los ingenieros en robótica Hugo Armando Guerra, Alberto Álvarez y Francisco Castañón, quienes crearon la empresa HA Robotics. La exploración del túnel con el robot llamó la atención del investigador de Hong Kong, Ng Tze Chuen, quien participó en la construcción de un prototipo similar en Egipto para explorar la Gran Pirámide, ahora estará en Teotihuacán este lunes.

El nuevo modelo, explica Guerra, está integrado realmente por dos robots: uno que se desplaza con un sistema de orugas y que sostiene a otro más pequeño que semeja a un insecto. Los robots permitirán no sólo contar con video de los últimos 30 metros del conducto, sino que además cuentan con un escáner que crea un modelo tridimensional del espacio.