Acusan a empresa Demar por negligencia en atención médica de dos trabajadores a bordo del buque La Bamba
Mahaleth Guevara Alamilla, 21 de julio de 2020
Veracruz, Ver.- Sergio Hugo Espinosa y Cesar Augusto Fernández, amigos y compañeros de trabajo, presentaron a finales de mayo principios de junio de este año, tos y fiebre a bordo del buque La Bamba de la empresa Demar, instaladora y constructora S.A. de C.V., en estas oficinas flotantes que se encuentran frente a costas de Campeche, se desempeñaban como ingeniero de campo y coordinador de control de obra, respectivamente.
Ambos acudieron con el medico abordo, Luis Rey Márquez González, quien minimizó los síntomas a un resfriado común.
Los síntomas de Sergio se presentaron el 30 de mayo, su estado se agravó y durante dos días estuvo internado en el consultorio médico del barco; el 8 de junio, Sergio fue trasladado en helicóptero e internado en el hospital del IMSS en ciudad del Carmen Campeche, en el área Covid en la cama 24.
“Imagínese cuantos días perdió, si él ya tenía una semana mal abordo, dos días con el médico que no hizo absolutamente nada, ni siquiera pudo bajarlo, no dio la orden, ¿no sé, qué pasó?, ¿no sé, por qué? Bajan y no le dan en el hospital la atención adecuada para lo que él tenía y aún sale en el acta de defunción que es probable covid, porque no aceptan que haya sido covid”, narra Susana Castro Cárcamo, viuda de Sergio.
El 12 de junio, Sergio Hugo Espinosa falleció, en el certificado de defunción se asentó como causa de muerte: insuficiencia respiratoria aguda, neumonía, probable Sars Cov2, pese a que la doctora de la empresa Demar, Rubí Avalos, negara a la esposa de Sergio que tuviera COVID-19.
Abordo de la embarcación La Bamba, se les practicó a los trabajadores pruebas de Covid, la empresa Demar, instaladora y constructora S.A. de C.V., no entregó los resultados, a pesar de los síntomas de resfriado que varios trabajadores empezaron a presentar a finales de mayo y principios de junio.
Mientras que el 5 de junio, César Augusto Fernández Ramón, presentó fiebre y tos, pese a acudir con el médico no se le brindó atención.
Su esposa, Rosa Andrea Montero, señaló a la empresa Demar de negligencia, al no proporcionar atención médica oportuna a sus trabajadores.
“No aceptan la parte de la negligencia, esto fue negligencia lo que hicieron y me dijo lamentablemente señora el doctor que está abordo no está capacitado para una pandemia, (…) Recursos Humanos (-de la empresa Demar-) le dijo a Susana que cómo creía que iban a parar una producción que les dejaba miles de millones para poner un barco en cuarentena, que quiere decir que la vida de sus trabajadores no importa, y yo sé que ya han fallecido más personas por esto”.
El 10 de junio, César concluyó su guardia de 42 días a bordo de la embarcación con todo y su estado de salud; junto con 60 trabajadores más, fueron trasladados a tierra abordo de una lancha, ese mismo día César fue internado en el hospital del IMSS.
El 12 de junio, su esposa Rosa Andrea Montero llegó a Ciudad del Carmen, Campeche, proveniente del puerto de Veracruz, al llegar al hospital se le informó que el estado de salud de su esposo era crítico y firmó la autorización para intubarlo.
En la madrugada del sábado falleció.
“Me dio la noticia, me dijo: hija, lamentablemente Augu, así le decían, ya no aguantó, ya no soportó, ya se nos fue”.
En su certificado de defunción de la Secretaría de Salud indica como causa de muerte: Insuficiencia respiratoria aguda y neumonía viral COVID-19, sin embargo, el acta de defunción entregada por el Registro Civil se asentó neumonía atípica.
Susana y Andrea nunca vieron a sus esposos, solo recibieron una urna con cenizas, que les entregó el crematorio y funeraria Acal.
Sergio y Cesar vivían en la ciudad de Veracruz, donde cada uno formó un hogar a lado de sus esposas e hijos.
Tras la muerte de sus esposos, Susana y Andrea ahora han tenido que viajar del puerto de Veracruz a Ciudad del Carmen, Campeche, a las oficinas de la compañía Demar instaladora y constructora S.A. de C.V., para solicitar a la empresa los historiales clínicos que el IMSS le entregó a la doctora de esta compañía, Rubí Avalos, además de solicitar también los comprobantes de nómina de sus cónyuges, documentos que les niegan hasta el momento, del cobro de finiquito que se debe entregar a las esposas; la empresa Demar refirió que se hará dentro de 8 meses.
Mientras tanto, las ahora viudas reciben el apoyo económico de familiares y amistades para mantener a sus hijos.
