En desuso académico, el término ‘cultura madre’ para referirse a pueblos de filiación olmeca
Agencia de Noticias RTV (INAH), 5 de junio de 2020
Villahermosa, Tab.- “El término ‘cultura madre’, para referirse a La Venta, San Lorenzo y otros sitios arqueológicos de filiación olmeca, ha caído en desuso académico, ya que ahora se reconoce que cada civilización mesoamericana tuvo un desarrollo independiente, no obstante de su contacto directo o indirecto con poblaciones anteriores”, puntualizó el arqueólogo José Luis Romero Rivera, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en esta entidad, al referir que tal denominación se promovió a mediados del siglo XX, y aún existe esta idea equivocada.
Lo anterior fue expuesto por e investigador al dictar, de manera remota, la conferencia La Zona Arqueológica de La Venta: el legado que nos enorgullece, organizada por la secretaría estatal de Turismo, en consonancia con la campaña “Contigo en la Distancia”, de la Secretaría de Cultura.
En la sesión, durante la cual ofreció un panorama histórico por el connotado sitio arqueológico, desde sus primeras exploraciones a cargo de personajes como José Melgar, quien lo excavó en 1871, hasta las teorías que en este milenio se han generado en torno a la vida cotidiana de quienes allí habitaron, Romero indicó que la antigüedad más temprana para La Venta es la reportada para el año 1200 a.C., “de cuya ocupación nos separan más de tres milenios.
“Los propios olmecas no surgieron de la nada”, anotó al señalar que este grupo, cuya autodenominación se desconoce, debió tener su origen en el cultivo del maíz, porque el vocablo nahua ‘olmeca’ (los que habitan la tierra del hule) fue recogido por los cronistas españoles de informantes del Altiplano Central.
“Los estudios en las cuevas de Tehuacán, en Puebla, y de Yagul y Mitla, en Oaxaca, nos dicen que la domesticación del teocintle ocurrió aproximadamente cinco mil años antes de Cristo. Es decir, hay una brecha de tres mil años en los tal conocimiento se difundió por toda Mesoamérica, lo que permitió al maíz volverse tan productivo como para ser la base de poblaciones complejas y socialmente estratificadas como La Venta”.
El arqueólogo también refirió que, si bien se sabe que esta gran metrópoli tuvo influencia sobre más de una cincuentena de antiguos poblados que hoy se tienen registrados en el territorio de Huimanguillo, Tabasco, aún se conoce poco acerca del sistema de gobierno, la escritura o la escultura de quienes edificaron La Venta y labraron las cuatro cabezas colosales que dentro de la urbe se han descubierto.
“Muchas esculturas de La Venta siguen encriptadas porque no tenemos la referencia de lo significaban, por ejemplo, los ojos afilados y los brazos cruzados que se repiten en muchas de hachas de jade o las lápidas que hemos encontrado”.
José Luis Romero contrastó la anterior afirmación con las representaciones de la luna en la escultura y los códices de filiación nahua, donde el astro aparece comúnmente representado como una “olla con un conejo dentro”, imagen cuyo significado evoca a la leyenda de Quetzalcóatl y el conejo de la luna, ampliamente difundida en la región central mesoamericana.
“Esos mismos temas que ignoramos acerca de los olmecas, son precisamente el motivante para seguir excavando e investigando desde la arqueología y la historia”, concluyó el investigador.
Como punto final a la videoconferencia, el secretario de Turismo de Tabasco, José Antonio Nieves Rodríguez agradeció, a nombre del gobernador, Adán Augusto López, la participación del arqueólogo del Centro INAH Tabasco, y reconoció la valía de la investigación realizada por el Instituto para el turismo y la economía de la entidad, ya que pese a que en Tabasco también estuvieron asentadas tres grandes grupos prehispánicos más: los mayas, zoques y los mexicas, es la cultura olmeca la que tiene un mayor reconocimiento dentro de la población actual del estado.