Realiza IVEC segunda gira de reconocimiento a los Tesoros humanos vivos

Agencia de Noticias RTV (IVEC), 24 de diciembre de 2019

Veracruz, Ver.- Continuando con la preservación de las tradiciones veracruzanas, y reconociendo a quienes han dedicado su vida al desarrollo cultural de la entidad, el Gobierno del Estado de Veracruz a través del Instituto Veracruzano de la Cultura otorga aporte económico y reconocimiento a personas mayores considerados, en concordancia con la UNESCO, como Tesoros Humanos Vivos.

En este sentido, la directora general del IVEC, Silvia Alejandre Prado realizó una segunda gira de reconocimiento a tres promotores dedicados a la transmisión de saberes y técnicas tradicionales en la región sur del Estado.

Visitó en la comunidad de San Fernando, del municipio de Soteapan, a don Fidel Márquez Ramírez entregando reconocimiento por sus acciones a favor de la preservación de la tradicional Danza del tigre de San Pedro Soteapan y un aporte económico.

Desde 1971, don Fidel Márquez mantiene viva la también conocida Danza del carnaval popoluca; y preserva el sentido de identidad de este patrimonio inmaterial que se ofrenda a Homxuk, dios del maíz cada temporada para obtener buenas cosechas y evitar catástrofes naturales.

Don Fidel ha participado en diversos festivales y ferias como la Cumbre Tajín y la Feria del Libro Universitario, el Festival Maya, entre otras. Grabó el disco Sones de muertos y aparecidos, y participó en el documental Pueblos indígenas de México.

Posteriormente, en el municipio sureño de Mecayapan, visitó a la señora Francisca Hernández Pérez, a quien entregó también su reconocimiento como Tesoro Humano Vivo, pues desde hace 40 años preserva la técnica del telar de cintura realizando prendas como rebozos, manteles, enredos y fajas que constituyen la vestimenta tradicional que algunas mujeres aún portan en la región.

Doña Panchita, como la llaman en su comunidad, imparte talleres y comparte el conocimiento que adquirió de sus abuelas con sus hijas y con niñas y jóvenes que aprenden este oficio, abonando así a la preservación de esta técnica ancestral, fortaleciendo el sentido de identidad de la región a través de los ya reconocidos rebozos de Mecayapan.

Finalmente, en Santiago Tuxtla, don Salvador Tome Chacha, recibió también un reconocimiento y estímulo económico por su aporte a la música tradicional de esta bella zona del estado de Veracruz.

Con 102 años de edad, Don Salvador es el músico más longevo de la región de Los Tuxtlas. Es conocedor de la medicina tradicional, además de versador de oficio y promotor de la riqueza musical del son jarocho. Recibió la visita con agrado, cantó improvisando versos y recibió además una importante aportación federal derivada del Programa de Desarrollo Cultural del Sotavento, atendiendo a una propuesta del IVEC.

Por otra parte, en Pajapan se entregó a sus autores, Don Guillermo Cruz Martínez y Don Ángel Martínez, el disco “Arpisteros de Pajapan”, resultado de un proyecto que surge en 2009 a través del Programa de Desarrollo Cultural del Sotavento, con el propósito de salvaguardar la música tradicional de Veracruz y se concluye en 2016 gracias al apoyo de la Secretaría de las Culturas y las Artes de Oaxaca, el Instituto Estatal de Cultura de Tabasco, la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal y el instituto Veracruzano de la Cultura.

El reconocimiento Tesoros Humanos Vivos se entrega a las personas adultas mayores que poseen un sumo grado de conocimientos y técnicas necesarias para recrear y preservar determinados elementos del Patrimonio Cultural Inmaterial de las distintas regiones del estado de Veracruz, considerando los lineamientos de la UNESCO.

Cabe recordar, que durante el mes de noviembre se reconoció la contribución a la técnica de tejido de doña Carmen Romero Rosas, originaria de Soledad Atzompa; así como a la señora Sebastiana Medina Ruíz, curandera tradicional en el municipio de Jamapa; y a don Rafael Santos Zamorano, por su aporte al son veracruzano de raíz cubana, fundador del Quinteto Mocambo.

De esta manera, el IVEC afirma el valor que guarda la transmisión de experiencias, conocimientos, técnicas y valores inherentes de estas personas a las nuevas generaciones, fortaleciendo así los valores identitarios de las comunidades veracruzanas a través de las expresiones orales, los rituales y las técnicas artesanales.