Ante agresión, no dejar de pelear, recomienda instructor de defensa personal a mujeres
Mahaleth Guevara Alamilla, 12 de febrero de 2019
Veracruz, Ver.- El aumento de la violencia contra mujeres y niñas en el país, ha detonado la búsqueda de alternativas para sentirse seguras.
Jennifer Mendoza es madre y ama de casa, el simple hecho de transitar en la calle del colegio de sus hijos a su domicilio la ha expuesto a experiencias de acoso y persecución de parte de desconocidos. Tomó la decisión de saber cómo actuar ante este tipo de riesgos, por lo que recurrió a un curso de defensa personal.
Los casos de acoso sexual, las violaciones, los secuestros, que se dan a conocer en los noticieros, son experiencias que ninguna mujer debería sufrir.
Rafael Malpica, instructor del sistema israelí de defensa personal y combate cuerpo a cuerpo Krav Maga, lleva cuatro años ofreciendo el curso “Mujeres Alerta” enfatizó que ante todo se debe estar alerta para no ser víctima.
En una sesión de dos horas, estas mujeres aprenden a defenderse de posibles agresores en la calle, en su hogar o cualquier otro lugar.
Se les enseña tácticas para atender un ataque sorpresa, como soltarse de alguien que la sujeta por la fuerza, a perder el miedo a golpear. La recomendación es no dejar de pelear, ya que esto puede disuadir al agresor o llamar la atención de otras personas, enfatizó el instructor de Tactical Fighters.
Como parte del curso, las mujeres aprenden a usar el gas pimienta como defensa, también son expuestas de manera voluntaria a recibir dosis de este gas y a combatir en medio de humo para poder afrontar una situación lo más real posible.
Rafael Malpica explicó que ante un ataque, se debe primero responder con defensa física y en cuanto exista un espacio de por medio respecto al agresor, sacar el gas pimienta del bolso y rociárselo.
Para Olga González Poiret, integrante de la red de mujeres “Colectiva Colmena Verde”, el aumento de la violencia ha motivado a muchas mujeres aprender defensa personal.
“Me da tristeza porque esto es lo que tenemos que aprender, tenemos que defendernos, las niñas son las más vulnerables”.
Al finalizar la clase, en un foro improvisado, las participantes comparten sus opiniones y la experiencia vivida en el curso, donde demuestran mayor seguridad y confianza en sí mismas.
“Me sentí poderosa, la verdad, como mujeres casi nunca demostramos nuestra fuerza para golpear; se debe perder el miedo a golpear”, comentó, Kari Hernández, aprendiz de defensa personal.
En esta clase también se pierden calorías y se ejercita el cuerpo, sin embargo, no es la finalidad de quienes asisten, las tácticas que aprenden son para defender lo más valioso: su vida.