Miércoles negro en Coatzacoalcos
, 21 de abril de 2016
Coatzacoalcos, Ver., 21 de abril de 2016.- El 20 de abril parecía un día normal en el puerto de Coatzacoalcos y en el sur de Veracruz. Nadie imaginaba que se avecinaba una terrible tragedia. El reloj marcaba las 15 horas con 20 minutos y un fuerte estruendo interrumpió la tranquilidad.
Se trataba de una gran una explosión en el área de hornos de la planta Clorados III del Complejo Petroquímico Mexicana de Vinilo, ubicado en el Complejo Petroquímico Pajaritos.
La humareda se expandió de inmediato en el cielo, lo cual indicaba que se trataba de una terrible desgracia.
En la entrada del recinto petrolero las ambulancias se escuchaban por todas partes. Entraban y salían velozmente trasladando a los trabajadores que resultaron lesionados. Mientras tanto, los cuerpos de bomberos de Petróleos Mexicanos, el comité local de Ayuda Mutua y la Dirección de Protección Civil del puerto combatían las llamas.
El humo y el fuego eran impresionantes y estremecían a cualquiera que estuviera cerca.
La desesperación incitaba a las personas a trasladarse a este lugar en busca de sus familiares que se encontraban dentro de la planta.
“Vine a ver porque tengo dos hijos trabajando aquí. Están saliendo las ambulancias, pero no sé a dónde los llevan. Estoy preocupado por mis dos hijos”, decía el familiar de unos de los trabajadores.
Un obrero que salió ileso tras la explosión narró lo que vivió al momento de la desgracia: “Heridos sí había, yo auxilie a tres personas… Sangre en la frente, muchachas desmayadas y toda la gente que se ponía mal”.
Se estima que en dicha planta había 400 trabajadores de Petróleos Mexicanos y las compañías que trabajan en el mantenimiento de la misma.
Las cámaras de Más Noticias no terminaban de entrevistar al trabajador, cuando se activó una nueva alarma por una posible explosión. Todos, incluyendo los cuerpos de emergencia, abandonaron el lugar.
La tensión era fuerte y el miedo invadía a las personas. Todos se preguntaban qué había pasado y cómo estaban los trabajadores.
En los hospitales de Coatzacoalcos las ambulancias llegaban con los lesionados y de inmediato eran trasladados al área de urgencias para ser intervenidos.
Hubo quienes sólo resultaron con heridas leves y vivieron para contarlo: “Nosotros entramos con miedo y después de la explosión me caí y me lastimé el brazo”, dijo uno de los heridos.
En las paredes se veían las listas de los trabajadores que fueron atendidos. La preocupación se reflejaba en los ojos de los familiares, quienes desconcertados preguntaban por sus parientes.
Las calles que dirigían a los hospitales se encontraban bloqueadas y todos eran desviados a otros puntos; el caos prevalecía entre la población.
Durante la noche el jefe ejecutivo estatal ofreció una rueda de prensa donde dio a conocer que la contingencia fue controlada, además informó de los resultados de esta terrible la tragedia:
“El reporte que tenemos es la perdida de tres vidas, tres obreros y hasta este momento van 105 personas heridos hospitalizadas en los centros de salud, hospitales de Minatitlán, Coatzacoalcos y del IMSS”, dijo a los medios de comunicación.
También dijo que estarán pendientes de las personas lesionadas hasta que estén fuera de peligro.
El humo toxico afectó a la ciudad durante un par de horas. Por suerte la naturaleza fue benevolente y el viento ayudó a disipar la mezcla de los contaminantes, disminuyendo los riesgos.
Las clases fueron suspendidas en todos los niveles educativos de los municipios de Coatzacoalcos, Nanchital, Agua Dulce, Minatitlán, Ixhuatlán del Sureste y Moloacán.
Miedo, dolor, tragedia, tristeza, preocupación y esperanza es en resumen el rostro de un miércoles de tragedia.
Algo que no ocurría desde hace 25 años en el sur de la entidad y que quedará en la memoria de todos los habitantes.